54. VUELTA AL COLE.
(emitido en Protagonistas Sevilla, Punto Radio -93.0 F.M. el sábado 15 de septiembre de 2007)
Muy buenas tardes; por si no se han enterado aún, en dos días, ya estamos de vuelta al cole. Los niños pronto estarán en fila en el patio, todos con sus carteras nuevas, algunos con uniforme, dispuestos para aprender y reencontrarse con sus compañeros. Y los maestros, relevaremos a los padres.
Pues sí, nunca lo he ocultado: un servidor es maestro de Primaria a mucha honra, pese a que me permitan cada semana leerles estas crónicas sin más ánimo de nada que el que ustedes me escuchen, si les fuera menester. No es el caso de otros ilustres desertores de la tiza, que en cualquier medio que se precie van dictando sentencias sobre lo humano y lo divino, a golpe de talonario e insulto. Los que nos quedamos, aún creemos que hay mucho que hacer en educación, pese a la avalancha burocrática de los últimos años.
Pero debemos aprovechar los momentos de estreno. En septiembre, volvemos a la realidad. Al igual que en enero, es un mes en el que somos más propensos a escuchar.
Los maestros lo sabemos, y aprovechamos estos días para pedir a nuestros alumnos todo el material que vamos a necesitar durante el curso.
Y sobre todo, para repetir a padres, madres y familiares diversos, algunas cuestiones muy simples, como las siguientes: que en el barco de la educación vamos todos, que a su hijo nadie le tiene manía si se le reprende, que podemos equivocarnos, y que hablando se entiende la gente, pero que si ustedes nos quitan la autoridad, no llegamos al respeto mutuo, y que su hijo es una esponja que absorbe todo lo que ve.
Por encima de cualquier otro planteamiento: si colaboramos entre todos, sacaremos adelante a esas entrañables personitas que son sus hijos y nuestros alumnos.
Aparte, recordemos que nada puede hacer más feliz a un niño, a una niña, que sus padres jueguen un rato con ellos, o que simplemente los escuchen. Desde luego, estas afirmaciones pasan por ser obviedades, y quizá por ello, sea necesario repetirlas tanto. En fin, días de estreno, así que tengamos todos un feliz regreso al cole.
Pues sí, nunca lo he ocultado: un servidor es maestro de Primaria a mucha honra, pese a que me permitan cada semana leerles estas crónicas sin más ánimo de nada que el que ustedes me escuchen, si les fuera menester. No es el caso de otros ilustres desertores de la tiza, que en cualquier medio que se precie van dictando sentencias sobre lo humano y lo divino, a golpe de talonario e insulto. Los que nos quedamos, aún creemos que hay mucho que hacer en educación, pese a la avalancha burocrática de los últimos años.
Pero debemos aprovechar los momentos de estreno. En septiembre, volvemos a la realidad. Al igual que en enero, es un mes en el que somos más propensos a escuchar.
Los maestros lo sabemos, y aprovechamos estos días para pedir a nuestros alumnos todo el material que vamos a necesitar durante el curso.
Y sobre todo, para repetir a padres, madres y familiares diversos, algunas cuestiones muy simples, como las siguientes: que en el barco de la educación vamos todos, que a su hijo nadie le tiene manía si se le reprende, que podemos equivocarnos, y que hablando se entiende la gente, pero que si ustedes nos quitan la autoridad, no llegamos al respeto mutuo, y que su hijo es una esponja que absorbe todo lo que ve.
Por encima de cualquier otro planteamiento: si colaboramos entre todos, sacaremos adelante a esas entrañables personitas que son sus hijos y nuestros alumnos.
Aparte, recordemos que nada puede hacer más feliz a un niño, a una niña, que sus padres jueguen un rato con ellos, o que simplemente los escuchen. Desde luego, estas afirmaciones pasan por ser obviedades, y quizá por ello, sea necesario repetirlas tanto. En fin, días de estreno, así que tengamos todos un feliz regreso al cole.
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