55. PARQUECILLOS, Y SER PADRE (CON PERDÓN)
(emitido el Sábado 22 de septiembre de 2007 en Protagonistas Sevilla –Punto Radio, 93.0 F.M.)
Buenas tardes, dispuesto estaba a comentarles el estado de los parquecillos de barrio, esos que arreglan cada cuatro años, reinauguran, dejan que se degraden, abandonan y vuelven a arreglar, en el mejor de los casos a golpe de talonario y elecciones. En todos, se repiten los mismos grupos: pandillas de chavales normales, minoría porreta descamisada con scooter y litronas, y zona central con toboganes y columpios repletos de pintadas, ocupados por padres y madres con niños.
Cada grupo suele tener sus horas. En horario de tarde, abundamos los padres con niños. Ése era mi caso ayer. Mi hija regresa de las extraescolares, mientras se columpia, suelta la mochila en un banco y me entrega una hoja del cole. Se trata de una información de la A.M.P.A., sin “hache”. Pues sí, traduciendo: la Asociación de Madres y Padres de Alumnos y Alumnas.
Todo transcurría con normalidad: se pide una cuota extra para sufragar nosécuál actividad extraescolar. Como siempre, lo primero: facilitar mis datos bancarios. Lo sorprendente llega cuando observo que se omite aquello tan clásico de Nombre del padre y Nombre de la madre. En su lugar aparece lo siguiente: Nombre del Cónyuge A y Nombre del Cónyuge B. Bueno, ¿y yo qué soy ahora: Cónyuge A, o Cónyuge B?
La primera medida que pienso tomar ante tanta estupidez , es darme de baja de una asociación que me niega mi derecho a existir como padre. Antes, en los colegios sólo había A.P.A (Asociación de Padres de Alumnos). Ahora, por aquello de sexificar el lenguaje, ha pasado a ser A.M.P.A. (Asociación de Madres y Padres de Alumnos y Alumnas). El próximo paso será llamarla A.C.A.C.B.A., es decir: Asociación de Cónyuges A y Cónyuges B de Alumnos y Alumnas.
¿Hasta dónde vamos a llegar? Para intentar entender la aberración del documento, empiezo a considerar que quizás todo venga de los distintos tipos de familias actuales, y muy concretamente, de los matrimonios homosexuales. Y concluyo con que estoy hasta el gorro del lobby de gays y lesbianas. Que hagan un documento alternativo para ellos, porque el respeto a las minorías también pasa por no avasallar a las mayorías. Que soy padre a mucha honra, aunque a algunos parezca molestarle.
¿Cónyuge A?, ¿cónyuge B?, ¿pero quién ha sido el mamarracho, guión mamarracha, que se le ha ocurrido tan brillante idea? Por más que miro, en este parque sólo veo a padres y madres, y a nadie le importa la tendencia sexual de cada cual.
Pero es igual, hay que comulgar con ruedas de molino, y encima hasta te pueden calumniar acusándote de homófobo o de no ser políticamente correcto.
(emitido el Sábado 22 de septiembre de 2007 en Protagonistas Sevilla –Punto Radio, 93.0 F.M.)
Buenas tardes, dispuesto estaba a comentarles el estado de los parquecillos de barrio, esos que arreglan cada cuatro años, reinauguran, dejan que se degraden, abandonan y vuelven a arreglar, en el mejor de los casos a golpe de talonario y elecciones. En todos, se repiten los mismos grupos: pandillas de chavales normales, minoría porreta descamisada con scooter y litronas, y zona central con toboganes y columpios repletos de pintadas, ocupados por padres y madres con niños.
Cada grupo suele tener sus horas. En horario de tarde, abundamos los padres con niños. Ése era mi caso ayer. Mi hija regresa de las extraescolares, mientras se columpia, suelta la mochila en un banco y me entrega una hoja del cole. Se trata de una información de la A.M.P.A., sin “hache”. Pues sí, traduciendo: la Asociación de Madres y Padres de Alumnos y Alumnas.
Todo transcurría con normalidad: se pide una cuota extra para sufragar nosécuál actividad extraescolar. Como siempre, lo primero: facilitar mis datos bancarios. Lo sorprendente llega cuando observo que se omite aquello tan clásico de Nombre del padre y Nombre de la madre. En su lugar aparece lo siguiente: Nombre del Cónyuge A y Nombre del Cónyuge B. Bueno, ¿y yo qué soy ahora: Cónyuge A, o Cónyuge B?
La primera medida que pienso tomar ante tanta estupidez , es darme de baja de una asociación que me niega mi derecho a existir como padre. Antes, en los colegios sólo había A.P.A (Asociación de Padres de Alumnos). Ahora, por aquello de sexificar el lenguaje, ha pasado a ser A.M.P.A. (Asociación de Madres y Padres de Alumnos y Alumnas). El próximo paso será llamarla A.C.A.C.B.A., es decir: Asociación de Cónyuges A y Cónyuges B de Alumnos y Alumnas.
¿Hasta dónde vamos a llegar? Para intentar entender la aberración del documento, empiezo a considerar que quizás todo venga de los distintos tipos de familias actuales, y muy concretamente, de los matrimonios homosexuales. Y concluyo con que estoy hasta el gorro del lobby de gays y lesbianas. Que hagan un documento alternativo para ellos, porque el respeto a las minorías también pasa por no avasallar a las mayorías. Que soy padre a mucha honra, aunque a algunos parezca molestarle.
¿Cónyuge A?, ¿cónyuge B?, ¿pero quién ha sido el mamarracho, guión mamarracha, que se le ha ocurrido tan brillante idea? Por más que miro, en este parque sólo veo a padres y madres, y a nadie le importa la tendencia sexual de cada cual.
Pero es igual, hay que comulgar con ruedas de molino, y encima hasta te pueden calumniar acusándote de homófobo o de no ser políticamente correcto.
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