57. UN DÍA SIN BARES
(emitido el sábado, 6 de Octubre de 2007 -Protagonistas Sevilla- Punto Radio -93.0 F.M.-)
Buenas tardes, me he llevado toda la semana intentando convencerme de que no es justa la huelga, que no ha lugar para una medida tan drástica. Aún con mis dudas, y espíritu benevolente, el jueves salí a desayunar al bar de costumbre, y parece que hoy tampoco hubo suerte. Me toca aguantar al camarero chulo:
-¡A ver, tú, qué quieres!
-¿Se refiere usted a mí?
-¡Sí, tú! ¡Y venga, que no tengo toda la mañana!
-Pues un café con leche y media tostada con aceite, por favor.
-¡Manoloo, uno con leshe y media con aseite p’ar grande de gafas der fondo!
Una vez que toda la barra me ha localizado y sabe de mis hábitos de desayuno, por fin viene mi tostada, estrellada directamente junto a mis narices.
Peor suerte corrió mi compañera, porque tuvo necesidad de ir al baño.
-¡Manolooo, las llaves der servisio pá la señora de la falda roja!
Tras el café, y después de haberlo reclamado unas diez veces, ni que decir tiene que me tuve que ir sin poder tomar un vaso de agua.
Ayer por la noche, salgo con mi señora y acabamos en un bar supuestamente más fino que el que por obligación y cercanía debo usar para desayunar en el trabajo. En esta ocasión, todo es simpatía. El problema viene al pedir la cuenta: 6.50 por dos montaditos fríos con patatas rancias y dos cervezas calientes.
Y aquí acaba toda mi benevolencia. Como señal de protesta y por jartura , me he decidido a secundar la huelga de usuarios de bares en Sevilla convocada por internet para hoy sábado, 6 de octubre. Ignoro si la llamada de atención de esta huelga tendrá éxito, porque en Sevilla, antes prescindimos del coche o del pan, que del bar. Y si no valga esta anécdota:
Hace mucho tiempo, cuando el amigo Fernando no era más que un bebé, en la primera huelga general de nuestro país con un gobierno socialista, entonces presidido por don Felipe González, recuerdo que con la universidad cerrada, decidí dar una vuelta con unos amigos para observar el seguimiento de la convocatoria. Muy pocos coches por las calles, y casi todos los negocios cerrados. Pero cuál no sería nuestra sorpresa cuando en la Alfalfa vimos un bar con la puerta entreabierta. Un hombre se dispone a salir del local, y antes de hacerlo, mira a derecha e izquierda con mucha precaución. Al momento, abandona el bar seguido por otros dos compañeros. Los tres llevaban banderolas con siglas sindicales. Ante mi sonrisa, el primero de ellos dijo:
-¡Oye, niño, no te rías, que los piquetes informativos también tenemos que tomar café!
Pues sí, mucha huelga general, pero el cafelito, que nos lo pongan. Y me parece muy bien, pero por favor, que lo hagan con educación, sin precios abusivos y pésima calidad, porque ya están acabando con una institución tan sevillana como los bares.
Por mi parte, esta tarde voy a salir a pasear por esta hermosa ciudad, pero el aperitivo, hoy me lo pienso tomar en mi casa. Y mucho cuidado, porque a ver si todos los que nos vamos a sumar a esta protesta le vamos a coger el gusto al asunto.
(emitido el sábado, 6 de Octubre de 2007 -Protagonistas Sevilla- Punto Radio -93.0 F.M.-)
Buenas tardes, me he llevado toda la semana intentando convencerme de que no es justa la huelga, que no ha lugar para una medida tan drástica. Aún con mis dudas, y espíritu benevolente, el jueves salí a desayunar al bar de costumbre, y parece que hoy tampoco hubo suerte. Me toca aguantar al camarero chulo:
-¡A ver, tú, qué quieres!
-¿Se refiere usted a mí?
-¡Sí, tú! ¡Y venga, que no tengo toda la mañana!
-Pues un café con leche y media tostada con aceite, por favor.
-¡Manoloo, uno con leshe y media con aseite p’ar grande de gafas der fondo!
Una vez que toda la barra me ha localizado y sabe de mis hábitos de desayuno, por fin viene mi tostada, estrellada directamente junto a mis narices.
Peor suerte corrió mi compañera, porque tuvo necesidad de ir al baño.
-¡Manolooo, las llaves der servisio pá la señora de la falda roja!
Tras el café, y después de haberlo reclamado unas diez veces, ni que decir tiene que me tuve que ir sin poder tomar un vaso de agua.
Ayer por la noche, salgo con mi señora y acabamos en un bar supuestamente más fino que el que por obligación y cercanía debo usar para desayunar en el trabajo. En esta ocasión, todo es simpatía. El problema viene al pedir la cuenta: 6.50 por dos montaditos fríos con patatas rancias y dos cervezas calientes.
Y aquí acaba toda mi benevolencia. Como señal de protesta y por jartura , me he decidido a secundar la huelga de usuarios de bares en Sevilla convocada por internet para hoy sábado, 6 de octubre. Ignoro si la llamada de atención de esta huelga tendrá éxito, porque en Sevilla, antes prescindimos del coche o del pan, que del bar. Y si no valga esta anécdota:
Hace mucho tiempo, cuando el amigo Fernando no era más que un bebé, en la primera huelga general de nuestro país con un gobierno socialista, entonces presidido por don Felipe González, recuerdo que con la universidad cerrada, decidí dar una vuelta con unos amigos para observar el seguimiento de la convocatoria. Muy pocos coches por las calles, y casi todos los negocios cerrados. Pero cuál no sería nuestra sorpresa cuando en la Alfalfa vimos un bar con la puerta entreabierta. Un hombre se dispone a salir del local, y antes de hacerlo, mira a derecha e izquierda con mucha precaución. Al momento, abandona el bar seguido por otros dos compañeros. Los tres llevaban banderolas con siglas sindicales. Ante mi sonrisa, el primero de ellos dijo:
-¡Oye, niño, no te rías, que los piquetes informativos también tenemos que tomar café!
Pues sí, mucha huelga general, pero el cafelito, que nos lo pongan. Y me parece muy bien, pero por favor, que lo hagan con educación, sin precios abusivos y pésima calidad, porque ya están acabando con una institución tan sevillana como los bares.
Por mi parte, esta tarde voy a salir a pasear por esta hermosa ciudad, pero el aperitivo, hoy me lo pienso tomar en mi casa. Y mucho cuidado, porque a ver si todos los que nos vamos a sumar a esta protesta le vamos a coger el gusto al asunto.
1 comentario:
Estimado Abraham.
Gracias por tu interés en dar a conocer Jaén, Cazorla y su parque natural. Si ir más lejos, mi madre es de un bello pueblo de tu provincia (Porcuna) y conozco bien la sierra de Cazorla porque la he visitado en varias ocasiones. No obstante, tu comentario nada tiene que ver con el artículo original de mi blog en relación a mis paseos por Sevilla, concretamente en relación a cierta hostelería. De todas formas, gracias por tu información y por publicitar tan bella tierra.
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