jueves, 31 de mayo de 2007

24. OLOR A HIERBA


24. OLOR A HIERBA

(emitido en Punto Radio Sevilla -93.0 FM- en Protagonistas Sevilla el sábado 21 de octubre de 2006)



Muy buenas tardes. Iniciamos un tranquilo paseo peatonal por un barrio cargado de hsitoria y evocaciones. Judería, Plaza de las Mercedarias, Iglesia de San Bartolomé. Suelos de losa oscura y adoquín antiguo. Cal, rabinos imaginarios, monjas de clausura, niños con balón emulando a su delantero favorito, sones flamencos desde La Carbonería. En Sevilla hay lugares donde es difícil separar su belleza real de la evocada. Perdido en la magia de una ciudad soñada estaba cuando desemboco al final de la calle Levíes antes de arribar con San José.

Media tarde, hora ideal para reposar un café entre el paisanaje que puebla ls veladores de una plaza recogida entre dos bares repletos de estudiantes y turistas. Pido un café dispuesto a completar una tarde perfecta. En mi voluntad de buscar asuntos ya tratados en esta sección y ver qué ha sido de ellos, me topo de narices con uno.

Allá por marzo , camino de Las Naciones denunciamos el tema del consumo de droga en la vía pública. Y ahora mismo estoy siendo víctima del problema: un estudiante de apariencia extranjera se está fumando un porro en el velador contiguo. No me apetece seguir con mi café; pago y me marcho, no sin hacerle ver a la chica que me ha atendido mi malestar por el asunto. En esta ocasión, el joven ha sido algo sensato, y antes de marcharme lo observo apagar el cigarro.

Pero ya todo es igual. la leche del café se me ha agriado: adiós princesas moras, rabinos, monjas de clausura o sones flamencos en La Carbonería. Me doy de bruces con esta sociedad hortera del todo-vale. Ya he encontrado tema para mi sección. Seamos claros, y me importa un saco de pimientos del Padrón parecer un carca ante los ojos de un joven que me obliga a aspirar los humos de su sorbido seso marihuanero.

Mire usted, que no, que no vale todo. Usted, yo, el vecino del quinto o cualquiera es libre de coger el punto que le plazca, allá cada uno con su salud, incluso pienso que para acabar con muchas mafias sería mejor legalizar las drogas controlando su consumo. Pero éste, siempre en privado, que no tengo por qué aspirar sus humos mientras se fuma un canuto en el velador de al lado, que no me da la gana de solidarizarme con su rollito.

Y menos mal que se acaba de aprobar la Lay antibotellona, que va a solucionar de una vez por todas el problema del consumo del alcohol y otras drogas en la vía pública. ¿Cómo?, ¿que no se lo creen ustedes? Ni yo tampoco. Hasta el próximo sábado.

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