65. COMIDA NAVIDEÑA DE EMPRESA
(emitido el sábado 15 de Diciembre de 2007 en Protagonistas Sevilla ( Punto Radio, 93.0 F.M.)
Muy buenas tardes y felices fiestas, especialmente a los currantes. Se aproximan minutos de gloria y hecatombe, todo mezclado y muy contradictorio: muy pronto vamos a tener la queridísima y odiada comida navideña de empresa, ese momento sublime en que estaremos más cerca de los compañeros y que todos haremos vacío al jefe antes de llegar al restaurante:
-¡Pepe, párate, que te va a tocar sentarte al lado del jefe!
-¡Y qué quieres que haga, si lleva todo el camino charlando conmigo!
También encontramos al trepa de turno dispuesto a sacrificarse por la causa y un ascenso:
-¿Y la familia, don Gutiérrez, qué tal está?
-Pues será usted el único en toda la oficina que no sepa que me acabo de separar.
-¡Uy, cuanto lo siento!
En fin: acercamiento, camaradería, balance fin de año entre copas de vino y raciones de jamón y queso en interminables mesas rectangulares donde todos intentamos buscar la mejor compañía, y no siempre es posible. Luego están los perfeccionistas: unas máquinas de recordar momentos siempre mejores que los actuales:
-Pues el restaurante del año pasado estaba mejor servido.
-¡Dónde va a parar!, y encima no hemos conseguido la zona de fumadores.
Llegamos a los postres entre brindis y lenguas estropajosas. Fin de la comida.
-Ahora nos vamos a tomar una copita, ¿verdad?
-Pues verás…
-¿Cómo, que te espera tu mujercita?, ¿y a ti tu maridín? ¡Rajaos, eso es lo que sois!
Con la corbata torcida por encima de la camisa o el rimel corrido, abrazamos al compañero ascendido a la categoría de amigo. Prudentemente, casi todos los jefes se retiran, menos uno: el bobalicón que todos los años se queda hasta el final de la juerga, y es objeto de burlas durante un año por sus subordinados.
Cánticos regionales, comentarios de los últimos powerpoints, puesta a parir de familiares cercanos. La última, por la calle Blanco White: Lousiana, Garufa o El Sitio. Algunos acabarán de madrugada sentados en el parque infantil, o deslizándose en turnos por la tirolina de la plaza. Vomitonas, y pises colectivos de varones junto a la tapia de Telefónica, eso sí todo trajeados y muy dignos. Y esta es la parte de la historia que no comparto: todos los años los vecinos acaban hasta el gorro de ser vertedero de las frustraciones de todas las S.A. o corporaciones que se toman la penúltima por la zona. Por ello, compañero currito: recuerda que una retirada a tiempo siempre es una victoria.
sábado, 15 de diciembre de 2007
sábado, 8 de diciembre de 2007
64. PUMAREJO Y CASAS VIEJAS.
(emitido el sábado, 8 de Diciembre de 2007 en Protagonistas Sevilla (Punto Radio -93.0 F.M)
Buenas tardes, hoy iniciamos nuestro paseo desde un lugar emblemático de nuestra ciudad: estamos en el Arco de la Macarena, pórtico inigualable del barroco popular. Aún con riesgo de excomunión capillita, me parece nefasto el emplazamiento del busto que la hermandad ha erigido hace pocos años a Juan Manuel Rodríguez Ojeda.
Dejamos a la derecha este magnánimo templo, con toda su grandeza y simbología. Nuestra vista se va despojando de lujo y oropeles, y en pocos metros, tras pasar por San Julián, llegamos a la muy humilde y a la vez ilustre Plaza del Pumarejo. A nuestra izquierda, su Centro de Salud, con vigilante de seguridad en la puerta. Enfrente, dos gorrillas con caras desencajadas tras una ingesta masiva de estupefacientes con tinto.
Frente al puesto de prensa, en el centro de la plaza, un monumento oxidado con letras huecas alegoría de no sé sabe muy bien qué. Dirigimos nuestra vista hacia un precioso caserón degradado del siglo XVIII habitado por okupas. Algunas colgaduras, en el exterior, así como cortinas al menos armónicas. Es de agradecer que en este caso, ese movimiento haya respetado la fachada. Por supuesto, comentarán el desalojo reciente de la joya de la corona del llamado movimiento okupa: nos referimos a Casas Viejas.
Nadie dice que el alquiler esté barato, pero ya están habiendo medidas correctoras que lo facilitan a los jóvenes, incluso leyes para gravar la vergüenza de los pisos vacíos. Del mismo modo, hay mucho okupa con alergia al trabajo, incluso pijos reconvertidos en busca de polvera de fin de semana.
También hay una minoría okupa que ha desarrollado cierta labor de promoción cultural, al menos en el sentido tan amplio y contradictorio como se entiende hoy la cultura. Pero el resto, sencillamente tienen un morro que se lo pisan, y actitudes francamente egoístas y antisociales, como enganchar la luz a un vecino para que pague él, estropear fachadas con pintadas o celebrar conciertos de rock hasta altas horas de la madrugada, lo que tampoco parece muy solidario.
Además, existe un agravio comparativo: si a ellos se lo consienten, ¿por qué no a nosotros? A partir de ahora mismo, me declaro okupa de mi propia casa. No pago un euro más de la hipoteca, engancho la luz a la viudita del tercero, y a ver si me protesta, cambio el insulso toldo comunitario de rayas marrones por otro naranja fosforito, organizo audiciones de jazz a las doce de la noche, y además, cobro entradas.
Pero con independencia de lo que cada cual quiera pensar, tras el desalojo de Casas Viejas, muchos vecinos por fin pueden dormir, y la paz ha vuelto al Pumarejo.
(emitido el sábado, 8 de Diciembre de 2007 en Protagonistas Sevilla (Punto Radio -93.0 F.M)
Buenas tardes, hoy iniciamos nuestro paseo desde un lugar emblemático de nuestra ciudad: estamos en el Arco de la Macarena, pórtico inigualable del barroco popular. Aún con riesgo de excomunión capillita, me parece nefasto el emplazamiento del busto que la hermandad ha erigido hace pocos años a Juan Manuel Rodríguez Ojeda.
Dejamos a la derecha este magnánimo templo, con toda su grandeza y simbología. Nuestra vista se va despojando de lujo y oropeles, y en pocos metros, tras pasar por San Julián, llegamos a la muy humilde y a la vez ilustre Plaza del Pumarejo. A nuestra izquierda, su Centro de Salud, con vigilante de seguridad en la puerta. Enfrente, dos gorrillas con caras desencajadas tras una ingesta masiva de estupefacientes con tinto.
Frente al puesto de prensa, en el centro de la plaza, un monumento oxidado con letras huecas alegoría de no sé sabe muy bien qué. Dirigimos nuestra vista hacia un precioso caserón degradado del siglo XVIII habitado por okupas. Algunas colgaduras, en el exterior, así como cortinas al menos armónicas. Es de agradecer que en este caso, ese movimiento haya respetado la fachada. Por supuesto, comentarán el desalojo reciente de la joya de la corona del llamado movimiento okupa: nos referimos a Casas Viejas.
Nadie dice que el alquiler esté barato, pero ya están habiendo medidas correctoras que lo facilitan a los jóvenes, incluso leyes para gravar la vergüenza de los pisos vacíos. Del mismo modo, hay mucho okupa con alergia al trabajo, incluso pijos reconvertidos en busca de polvera de fin de semana.
También hay una minoría okupa que ha desarrollado cierta labor de promoción cultural, al menos en el sentido tan amplio y contradictorio como se entiende hoy la cultura. Pero el resto, sencillamente tienen un morro que se lo pisan, y actitudes francamente egoístas y antisociales, como enganchar la luz a un vecino para que pague él, estropear fachadas con pintadas o celebrar conciertos de rock hasta altas horas de la madrugada, lo que tampoco parece muy solidario.
Además, existe un agravio comparativo: si a ellos se lo consienten, ¿por qué no a nosotros? A partir de ahora mismo, me declaro okupa de mi propia casa. No pago un euro más de la hipoteca, engancho la luz a la viudita del tercero, y a ver si me protesta, cambio el insulso toldo comunitario de rayas marrones por otro naranja fosforito, organizo audiciones de jazz a las doce de la noche, y además, cobro entradas.
Pero con independencia de lo que cada cual quiera pensar, tras el desalojo de Casas Viejas, muchos vecinos por fin pueden dormir, y la paz ha vuelto al Pumarejo.
sábado, 24 de noviembre de 2007
63. TEATRO CENTRAL.
(emitido el Sábado, 24 de Noviembre de 2007 en Protagonistas Sevilla, Punto Radio- 93.o F.M.)
Buenas tardes, cada otoño se reinician las diferentes programaciones culturales con que cuenta nuestra ciudad. Es de absoluta justicia reconocer que desde la década de los 90, la oferta cultural sevillana ha ido creciendo espectacularmente, y ahora se encuentra entre las mejores de nuestro país.
Hoy vamos a hablar de un espacio curioso, y de sus moradores: nos referimos al Teatro Central, una de las mejores herencias de la Expo’92. Accedemos cruzando el río desde el puente de la Barqueta, y torcemos a nuestra derecha hasta encontrarnos con la inconfundible silueta de su cubo marrón, ahora iluminado. Es noche de viernes y vamos a acudir a una representación teatral, a insistencia de mi amigo Óscar, un asiduo del lugar. Unos amplios aparcamientos nos facilitan el acceso motorizado.
El Teatro Central recoge ciclos de flamenco, jazz, y todas las vanguardias, tanto musicales como escénicas o de danza. Es sin dudas, el sitio adecuado para ver lo último de lo último, lo que será clásico pasado mañana, o un tostón, porque todavía no ha pasado el tiempo suficiente para catalogarlo como bueno o malo. Nos debemos dejar guiar por los programadores de la sala, de titularidad pública, y por tanto, ajenos a la rentabilidad e interés general de lo representado. Y ahí está el peligro.
Si bien en jazz o danza contemporánea he presenciado algunas muy buenas actuaciones, reconozco que en cuestión de teatro de vanguardia, o bien yo no estoy suficientemente preparado o es que no he entendido muy bien la obra. Pero nunca cometas el error de decir que no te ha gustado; la inquisición de asiduos al recinto –mediana edad desaliñada y enólogos progres- te mandará directamente a la hoguera.
-¿Qué te ha parecido Revolutum 0 punto 5? - pregunta mi amigo Óscar.
-Pues no me ha gustado. –oso responderle.
-¿Cómooo?, ¡pero si es magnífica, excelsa, sublime!
-Vale, pero es que no he entendido muy bien por qué tenía que haber un cordero degollado colgado del escenario.
-No es más que una metáfora de la descomposición de la sociedad actual alienante-replica mi amigo.
-Sí, pero es que olía mal. ¿No podían haber puesto uno de plástico? Además, el concurso de eructos entre los actores principales, tampoco lo he captado.
-¡Por Dios, qué remilgado eres! Es un acto digestivo más. Si quieres finezas, vete al Maestranza.
Fin del diálogo. Probablemente a mi amigo le haya gustado la obra tan poco como a mí, pero un buen asiduo al Teatro Central jamás te lo reconocerá, sería tanto como admitir que es capaz de pensar por sí mismo, según le dicte su sensibilidad y no bajo la presión del grupo de eruditos de vanguardia al que sueña pertenecer.
(emitido el Sábado, 24 de Noviembre de 2007 en Protagonistas Sevilla, Punto Radio- 93.o F.M.)
Buenas tardes, cada otoño se reinician las diferentes programaciones culturales con que cuenta nuestra ciudad. Es de absoluta justicia reconocer que desde la década de los 90, la oferta cultural sevillana ha ido creciendo espectacularmente, y ahora se encuentra entre las mejores de nuestro país.
Hoy vamos a hablar de un espacio curioso, y de sus moradores: nos referimos al Teatro Central, una de las mejores herencias de la Expo’92. Accedemos cruzando el río desde el puente de la Barqueta, y torcemos a nuestra derecha hasta encontrarnos con la inconfundible silueta de su cubo marrón, ahora iluminado. Es noche de viernes y vamos a acudir a una representación teatral, a insistencia de mi amigo Óscar, un asiduo del lugar. Unos amplios aparcamientos nos facilitan el acceso motorizado.
El Teatro Central recoge ciclos de flamenco, jazz, y todas las vanguardias, tanto musicales como escénicas o de danza. Es sin dudas, el sitio adecuado para ver lo último de lo último, lo que será clásico pasado mañana, o un tostón, porque todavía no ha pasado el tiempo suficiente para catalogarlo como bueno o malo. Nos debemos dejar guiar por los programadores de la sala, de titularidad pública, y por tanto, ajenos a la rentabilidad e interés general de lo representado. Y ahí está el peligro.
Si bien en jazz o danza contemporánea he presenciado algunas muy buenas actuaciones, reconozco que en cuestión de teatro de vanguardia, o bien yo no estoy suficientemente preparado o es que no he entendido muy bien la obra. Pero nunca cometas el error de decir que no te ha gustado; la inquisición de asiduos al recinto –mediana edad desaliñada y enólogos progres- te mandará directamente a la hoguera.
-¿Qué te ha parecido Revolutum 0 punto 5? - pregunta mi amigo Óscar.
-Pues no me ha gustado. –oso responderle.
-¿Cómooo?, ¡pero si es magnífica, excelsa, sublime!
-Vale, pero es que no he entendido muy bien por qué tenía que haber un cordero degollado colgado del escenario.
-No es más que una metáfora de la descomposición de la sociedad actual alienante-replica mi amigo.
-Sí, pero es que olía mal. ¿No podían haber puesto uno de plástico? Además, el concurso de eructos entre los actores principales, tampoco lo he captado.
-¡Por Dios, qué remilgado eres! Es un acto digestivo más. Si quieres finezas, vete al Maestranza.
Fin del diálogo. Probablemente a mi amigo le haya gustado la obra tan poco como a mí, pero un buen asiduo al Teatro Central jamás te lo reconocerá, sería tanto como admitir que es capaz de pensar por sí mismo, según le dicte su sensibilidad y no bajo la presión del grupo de eruditos de vanguardia al que sueña pertenecer.
sábado, 10 de noviembre de 2007
62. MASCOTAS Y OTROS BICHOS
(emitido el sábado, 10 de noviembre de 2007 en - Protagonistas Sevilla-Punto Radio -93.0 F.M.-)
Buenas tardes, hoy hablamos de mascotas y animales callejeros. Cierto es que vivimos en una sociedad tan rara, que la gente cada vez tiene animales de compañía más extraños: iguanas, arañas, serpientes (puede que el jefe sea una alimaña, pero no cuenta). Afortunadamente, perros y gatos siguen siendo unos clásicos.
Mientras el gato casero difícilmente sale del umbral de la puerta, los silvestres escogen muy bien su hábitat: cerca del hombre, pero sin mezclarse. Así, se les ve en gran número de solares y casas abandonadas, de las miles que disfruta esta ciudad gracias a su ayuntamiento y a la desidia de sus dueños. Causa una gran pena contemplar el estado de abandono con que el Ministerio de Defensa tiene siete casas de estilo inglés junto al puente de San Bernardo. Allí han encontrado su hogar decenas de gatos entre la maleza de lo que antaño fueron jardines.
Por supuesto, que entre tanta cochambre podrían buscar su alimento sin problemas, incluso contribuirían al descenso del número de ratas. Pero no es así por una caridad mal entendida: ciertas almas piadosas, pensando que estos animales son unos desvalidos, les acercan platos repletos con agua y pienso para gatos. Con tantas facilidades, los felinos se hacen más flojos –algo similar pasa en la especie humana con algunos subsidios-. De cazar ratas, ni hablar; puede que hasta compartan el pienso con los roedores.
Los perros son animales más dependientes del hombre. Los callejeros, cada uno busca su compañía como puede, y no es raro verlos vigilando obras. Y sobre los caseros, observamos su presencia en la calle a ciertas horas, justo cuando salen a hacer sus necesidades. Vamos mejorando en civismo a la hora de recoger las caquitas: cada vez resulta más normal encontrar a ciudadanos de toda condición con sus bolsas para recoger excrementos. Siempre hay excepciones llamativas, como aquella señora mayor que paseaba por la ronda de Capuchinos hace dos semanas. Su chucho defecó en medio de la acera. Observo con satisfacción cómo la buena mujer echa mano al bolso para coger un paquete de Clínex, y acto seguido, procede a limpiarle el culo al perrito dejando las cacas en medio de la acera.
Poniéndonos ahora en el lugar del perro, éstos deberían contar con más espacios de esparcimiento reservados para ellos en parque públicos, como ya ocurre en La Buhaira o la Glorieta de las Cigarreras. Y por favor, seamos humanos: el animal no tiene la culpa. Si ven a un perro haciendo de vientre, no lo reprendan a él, sino al dueño que inmediatamente no recoge sus excrementos, ése sí que es un mal bicho.
(emitido el sábado, 10 de noviembre de 2007 en - Protagonistas Sevilla-Punto Radio -93.0 F.M.-)
Buenas tardes, hoy hablamos de mascotas y animales callejeros. Cierto es que vivimos en una sociedad tan rara, que la gente cada vez tiene animales de compañía más extraños: iguanas, arañas, serpientes (puede que el jefe sea una alimaña, pero no cuenta). Afortunadamente, perros y gatos siguen siendo unos clásicos.
Mientras el gato casero difícilmente sale del umbral de la puerta, los silvestres escogen muy bien su hábitat: cerca del hombre, pero sin mezclarse. Así, se les ve en gran número de solares y casas abandonadas, de las miles que disfruta esta ciudad gracias a su ayuntamiento y a la desidia de sus dueños. Causa una gran pena contemplar el estado de abandono con que el Ministerio de Defensa tiene siete casas de estilo inglés junto al puente de San Bernardo. Allí han encontrado su hogar decenas de gatos entre la maleza de lo que antaño fueron jardines.
Por supuesto, que entre tanta cochambre podrían buscar su alimento sin problemas, incluso contribuirían al descenso del número de ratas. Pero no es así por una caridad mal entendida: ciertas almas piadosas, pensando que estos animales son unos desvalidos, les acercan platos repletos con agua y pienso para gatos. Con tantas facilidades, los felinos se hacen más flojos –algo similar pasa en la especie humana con algunos subsidios-. De cazar ratas, ni hablar; puede que hasta compartan el pienso con los roedores.
Los perros son animales más dependientes del hombre. Los callejeros, cada uno busca su compañía como puede, y no es raro verlos vigilando obras. Y sobre los caseros, observamos su presencia en la calle a ciertas horas, justo cuando salen a hacer sus necesidades. Vamos mejorando en civismo a la hora de recoger las caquitas: cada vez resulta más normal encontrar a ciudadanos de toda condición con sus bolsas para recoger excrementos. Siempre hay excepciones llamativas, como aquella señora mayor que paseaba por la ronda de Capuchinos hace dos semanas. Su chucho defecó en medio de la acera. Observo con satisfacción cómo la buena mujer echa mano al bolso para coger un paquete de Clínex, y acto seguido, procede a limpiarle el culo al perrito dejando las cacas en medio de la acera.
Poniéndonos ahora en el lugar del perro, éstos deberían contar con más espacios de esparcimiento reservados para ellos en parque públicos, como ya ocurre en La Buhaira o la Glorieta de las Cigarreras. Y por favor, seamos humanos: el animal no tiene la culpa. Si ven a un perro haciendo de vientre, no lo reprendan a él, sino al dueño que inmediatamente no recoge sus excrementos, ése sí que es un mal bicho.
sábado, 3 de noviembre de 2007
61. D.E.P.
(emitido el sábado, 3 de Noviembre de 2007 en Protagonistas Sevilla -Punto Radio(93.0 F.M.)
Buenas tardes, con la llegada del mes de noviembre, cada año se repite el rito de recordar a nuestros fieles difuntos. Por eso, hoy vamos a tratar con respeto, no exento de crítica, el modo en que algunos sevillanos tienen de afrontar la muerte de un ser querido. Queremos comentar la moda de dejar ofrendas florales en los lugares donde se produce una muerte por accidente. Nuestras carreteras y calles dan buena prueba de esas flores de plástico atadas sobre árboles o farolas, acompañadas por cruces de madera o cartón.
Por lo general, suelen ser muchachos jóvenes en la flor de sus vidas que por exceso de velocidad o imprudencia de otros, pierden el control de sus coches o motocicletas, y dejan su alma en el asfalto. No hay consuelo posible para familiares o amigos, porque ninguna muerte nos resulta más dolorosa que la de un joven, y si ésta sucede de modo fortuito o tras una enfermedad, aún parece más desgarradora.
Inmediatamente se produce la mitificación familiar o social, en caso de que el fallecido sea una celebridad pública. Así ha ocurrido hace unos meses en nuestra ciudad con Antonio Puerta. No se recordaba igual manifestación colectiva de dolor en Sevilla desde el entierro de Paquirri. Pero la vida, por suerte o desgracia, sigue, y el dolor que nos conmociona en un momento se debe transformar en recuerdo íntimo, personal, del ser amado que perdimos. Tarde o temprano, el estadio de Nervión, deberá ser encalado, se borrarán las pintadas, se abandonará la tétrica costumbre del minuto 16 de silencio, y los pequeños altares, ya se retiraron, porque si no, ir al fútbol sería similar a entrar en un mausoleo.
Aún no compartiendo este folclore negro, pero respetando el dolor familiar, pido que se mantengan por un tiempo prudencial esas cruces espontáneas con ramos de flores colocadas donde se ha producido un accidente mortal, por ejemplo, una semana. Pero pasada ésta, se procederá a retirar esas ofrendas de muy dudoso gusto y utilidad porque no ayudan a asumir la muerte del ser querido. Cada vez que sus familiares pasen por el lugar, están obligados a revivir el fatal accidente. Además, al resto del personal, nos da una grima horrible pasear por ciertos sitios, como la Ronda del Tamarguillo, que más bien parece la avenida principal del cementerio de San Fernando, por la cantidad de ramos y cruces que vemos en algunas rotondas, y sintiéndolo mucho, no debe ser así.
Y aún veo mucho peor la utilización de estatuas públicas como privados monumentos funerarios. Por favor, que alguien retire de una vez las coronas de flores de plástico bajo el pedestal del simpático indio a caballo de la avenida Kansas City, que la criatura sólo está oteando el horizonte, y no tiene intención alguna de ir de velorio.
(emitido el sábado, 3 de Noviembre de 2007 en Protagonistas Sevilla -Punto Radio(93.0 F.M.)
Buenas tardes, con la llegada del mes de noviembre, cada año se repite el rito de recordar a nuestros fieles difuntos. Por eso, hoy vamos a tratar con respeto, no exento de crítica, el modo en que algunos sevillanos tienen de afrontar la muerte de un ser querido. Queremos comentar la moda de dejar ofrendas florales en los lugares donde se produce una muerte por accidente. Nuestras carreteras y calles dan buena prueba de esas flores de plástico atadas sobre árboles o farolas, acompañadas por cruces de madera o cartón.
Por lo general, suelen ser muchachos jóvenes en la flor de sus vidas que por exceso de velocidad o imprudencia de otros, pierden el control de sus coches o motocicletas, y dejan su alma en el asfalto. No hay consuelo posible para familiares o amigos, porque ninguna muerte nos resulta más dolorosa que la de un joven, y si ésta sucede de modo fortuito o tras una enfermedad, aún parece más desgarradora.
Inmediatamente se produce la mitificación familiar o social, en caso de que el fallecido sea una celebridad pública. Así ha ocurrido hace unos meses en nuestra ciudad con Antonio Puerta. No se recordaba igual manifestación colectiva de dolor en Sevilla desde el entierro de Paquirri. Pero la vida, por suerte o desgracia, sigue, y el dolor que nos conmociona en un momento se debe transformar en recuerdo íntimo, personal, del ser amado que perdimos. Tarde o temprano, el estadio de Nervión, deberá ser encalado, se borrarán las pintadas, se abandonará la tétrica costumbre del minuto 16 de silencio, y los pequeños altares, ya se retiraron, porque si no, ir al fútbol sería similar a entrar en un mausoleo.
Aún no compartiendo este folclore negro, pero respetando el dolor familiar, pido que se mantengan por un tiempo prudencial esas cruces espontáneas con ramos de flores colocadas donde se ha producido un accidente mortal, por ejemplo, una semana. Pero pasada ésta, se procederá a retirar esas ofrendas de muy dudoso gusto y utilidad porque no ayudan a asumir la muerte del ser querido. Cada vez que sus familiares pasen por el lugar, están obligados a revivir el fatal accidente. Además, al resto del personal, nos da una grima horrible pasear por ciertos sitios, como la Ronda del Tamarguillo, que más bien parece la avenida principal del cementerio de San Fernando, por la cantidad de ramos y cruces que vemos en algunas rotondas, y sintiéndolo mucho, no debe ser así.
Y aún veo mucho peor la utilización de estatuas públicas como privados monumentos funerarios. Por favor, que alguien retire de una vez las coronas de flores de plástico bajo el pedestal del simpático indio a caballo de la avenida Kansas City, que la criatura sólo está oteando el horizonte, y no tiene intención alguna de ir de velorio.
sábado, 27 de octubre de 2007
60. LA NUEVA ALAMEDA.
(emitido el Sábado 27 de Octubre de 2007 en Protagonistas Sevilla- 93.0 Punto Radio)
Buenas tardes, hoy vamos a pasear por la nueva Alameda. Accedemos desde la calle Trajano con la panza bien llena tras yantar en un curioso restaurante que hoy ocupa el espacio de aquel recordado Café Alameda de otros tiempos. La sobremesa, la pasaremos en el Café Columnas, escuchando a cualquier grupo filosófico o religioso que quiera cambiar el mundo, y que en breve, dará una conferencia en la Casa de las Sirenas, majestuosa mansión parisina en rosa con pórtico de mujeres esfinge negras, para dar más misterio al ambiente esotérico y cultureta del lugar, y única nota de color discordante entre tanta losa color albero.
Toda esta búsqueda de jóvenes modernos que se quedaron en los 60, a décadas de haber nacido aún, me recuerdan a mi amigo Julián, ilustre sesentón, y auténtico hippy de aquella idealizada década, que en sus viajes llegó a la India y Nepal, y a punto estuvo de hacerse monje budista. A su regreso, ya pasada su época místico-lisérgica, una tarde me lo encontré en la basílica del Gran Poder y me dijo:
-Quiyo, mira que he ido yo lejos buscando a Dios, con lo cerquita que lo tenía.
Volviendo a nuestra Alameda de Hércules, jóvenes de pelajes variopintos pululan por sus veladores. Y si nos ponemos a callejear, poco ha cambiado el barrio desde mediados del siglo pasado: el oficio más viejo del mundo sigue ejerciéndose por estos pagos desde que el barrio entró en decadencia, de la que parece despertar tímidamente ahora con una hostelería alternativa, palabra clave y ambigua imprescindible para entender la Alameda.
Lo que más destaca en la remodelación, el acertado replante de álamos jóvenes, para que hagan honor al nombre del lugar. El resto, me produce un pasmo similar al que deben sentir Hércules y los leones desde sus columnas. Por supuesto que hay un estudio, una determinada idea en la realización, y eso es precisamente lo que me preocupa. Todas las farolas y el pavimento de losas son del mismo color: todo es color albero, pero sin albero.
La reforma es la misma que pudiera acometer alguien que acaba de comprar un chalé adosado, y como le molesta la tierra y lo verde, sustituye la vegetación de su jardín por unos monísimos azulejos o solería andaluza. Se repite la misma idea que en cualquier calle de barrio: donde hay una esquina con un jardín degradado, llega el ayuntamiento, y en vez de limpiarlo, lo adoquina, que es más barato.
Aparte, tampoco hay una idea clara de qué se quiere hacer con este espacio. Tanto adoquín y tanta solería para querer convertir la Alameda en un gigantesco velador. Esta reforma puede ser muy estudiadamente cromática, pero falta de vida.
Pues no, salvo el replante de álamos, no me gusta esta remodelación: de todas las alternativas posibles, se ha optado por la más cateta: bienvenidos a la nueva Alameda alicatada.
(emitido el Sábado 27 de Octubre de 2007 en Protagonistas Sevilla- 93.0 Punto Radio)
Buenas tardes, hoy vamos a pasear por la nueva Alameda. Accedemos desde la calle Trajano con la panza bien llena tras yantar en un curioso restaurante que hoy ocupa el espacio de aquel recordado Café Alameda de otros tiempos. La sobremesa, la pasaremos en el Café Columnas, escuchando a cualquier grupo filosófico o religioso que quiera cambiar el mundo, y que en breve, dará una conferencia en la Casa de las Sirenas, majestuosa mansión parisina en rosa con pórtico de mujeres esfinge negras, para dar más misterio al ambiente esotérico y cultureta del lugar, y única nota de color discordante entre tanta losa color albero.
Toda esta búsqueda de jóvenes modernos que se quedaron en los 60, a décadas de haber nacido aún, me recuerdan a mi amigo Julián, ilustre sesentón, y auténtico hippy de aquella idealizada década, que en sus viajes llegó a la India y Nepal, y a punto estuvo de hacerse monje budista. A su regreso, ya pasada su época místico-lisérgica, una tarde me lo encontré en la basílica del Gran Poder y me dijo:
-Quiyo, mira que he ido yo lejos buscando a Dios, con lo cerquita que lo tenía.
Volviendo a nuestra Alameda de Hércules, jóvenes de pelajes variopintos pululan por sus veladores. Y si nos ponemos a callejear, poco ha cambiado el barrio desde mediados del siglo pasado: el oficio más viejo del mundo sigue ejerciéndose por estos pagos desde que el barrio entró en decadencia, de la que parece despertar tímidamente ahora con una hostelería alternativa, palabra clave y ambigua imprescindible para entender la Alameda.
Lo que más destaca en la remodelación, el acertado replante de álamos jóvenes, para que hagan honor al nombre del lugar. El resto, me produce un pasmo similar al que deben sentir Hércules y los leones desde sus columnas. Por supuesto que hay un estudio, una determinada idea en la realización, y eso es precisamente lo que me preocupa. Todas las farolas y el pavimento de losas son del mismo color: todo es color albero, pero sin albero.
La reforma es la misma que pudiera acometer alguien que acaba de comprar un chalé adosado, y como le molesta la tierra y lo verde, sustituye la vegetación de su jardín por unos monísimos azulejos o solería andaluza. Se repite la misma idea que en cualquier calle de barrio: donde hay una esquina con un jardín degradado, llega el ayuntamiento, y en vez de limpiarlo, lo adoquina, que es más barato.
Aparte, tampoco hay una idea clara de qué se quiere hacer con este espacio. Tanto adoquín y tanta solería para querer convertir la Alameda en un gigantesco velador. Esta reforma puede ser muy estudiadamente cromática, pero falta de vida.
Pues no, salvo el replante de álamos, no me gusta esta remodelación: de todas las alternativas posibles, se ha optado por la más cateta: bienvenidos a la nueva Alameda alicatada.
sábado, 20 de octubre de 2007
59. SEVILLA ESTE
( emitido el sábado, 20 de Octubre de 2007 en Protagonistas Sevilla -Punto Radio, 93.0 F.M.)
Buenas tardes, al este de Sevilla hay un barrio joven, pujante, una nueva tierra prometida que comenzó a principio de los años 80, y que bien visto, parece una urbanización de costa moderna sin campo de golf, ¡y quién lo necesita! En su lugar, Sevilla Este fue pionera en la ubicación de los primeros hipermercados, que ya forman parte de nuestros hábitos de consumo. Grandes avenidas para pasear, y un carril bici casi terminado que lo une con el resto. Se trata de un barrio autosuficiente que con el tiempo acabó uniéndose con Alcosa, el Far West, la última frontera.
Modernos bloques de oficinas en alquiler, y en su arteria central, la joya de la corona, un edificio en el que se pusieron muchas ilusiones, porque Sevilla necesitaba un lugar así, y su ubicación no pudo se más acertada. Los sueños de una ciudad pujante están enterrados en los cimientos de ese edificio de moderna, pero serena arquitectura, muy del gusto de la ciudad. Y en su cúspide, tres pequeñas esferas para rematar una cúpula dorada, que en días de tormenta desliza pequeños arroyos que se canalizan para acabar saliendo de las bocas de fantasiosas gárgolas en cerámica, todas diferentes.
Pero nuestro Palacio de Congresos se hizo pequeño para albergar las necesidades de una ciudad orgullosa que sólo reclama sin complejos aquello que le corresponde por importancia en población, y como capital de Andalucía. Políticos de todo color cortejaron este edificio prometiendo su ampliación, desde el anterior gobierno del P.P. hasta los embustes de nuestro presidente Zapatero, que en Triana, un domingo de mayo, en puertas de las elecciones locales, se dio un baño de multitudes y de mentiras. Alfredo sonreía, y no cabía de gozo cuando nuestro presidente tomó la palabra para decirle:
Quiero anunciarte, Alfredo, que el gobierno va a participar en el proyecto de ampliación del Palacio de Congresos para que sea un Palacio de Congresos de España y del mundo, porque Sevilla le ha dado, le da y le dará mucho prestigio a España.
A imaginar los aplausos y la tranquilidad que le quedó a nuestro alcalde al oír estas palabras: sólo faltaba que con un gobierno amigo en Madrid no se consiguiera alguna partida para este proyecto imprescindible y aplazado de forma sangrante durante tanto tiempo. Pues ni un euro se ha destinado en los Presupuestos Generales del Estado para su ampliación e inversiones muy por debajo de la importancia de Sevilla. ¿Hasta cuándo vamos a pagar el regalo envenenado de la Expo’92?
Me remito a la infancia y su noble sentido de la verdad y la justicia. Todos sabemos que no hay nada peor que un padre le prometa algo a su hijo y luego no lo cumpla. Con toda razón, veremos al hijo, con lágrimas en los ojos y cargado de rabia decirnos:
-¡Papá, tú me lo prometiste, eres un mentiroso, no voy a volver a creerte nunca!
Pues que Zapatero no tenga la desvergüenza de tratarnos como a ese niño.
( emitido el sábado, 20 de Octubre de 2007 en Protagonistas Sevilla -Punto Radio, 93.0 F.M.)
Buenas tardes, al este de Sevilla hay un barrio joven, pujante, una nueva tierra prometida que comenzó a principio de los años 80, y que bien visto, parece una urbanización de costa moderna sin campo de golf, ¡y quién lo necesita! En su lugar, Sevilla Este fue pionera en la ubicación de los primeros hipermercados, que ya forman parte de nuestros hábitos de consumo. Grandes avenidas para pasear, y un carril bici casi terminado que lo une con el resto. Se trata de un barrio autosuficiente que con el tiempo acabó uniéndose con Alcosa, el Far West, la última frontera.
Modernos bloques de oficinas en alquiler, y en su arteria central, la joya de la corona, un edificio en el que se pusieron muchas ilusiones, porque Sevilla necesitaba un lugar así, y su ubicación no pudo se más acertada. Los sueños de una ciudad pujante están enterrados en los cimientos de ese edificio de moderna, pero serena arquitectura, muy del gusto de la ciudad. Y en su cúspide, tres pequeñas esferas para rematar una cúpula dorada, que en días de tormenta desliza pequeños arroyos que se canalizan para acabar saliendo de las bocas de fantasiosas gárgolas en cerámica, todas diferentes.
Pero nuestro Palacio de Congresos se hizo pequeño para albergar las necesidades de una ciudad orgullosa que sólo reclama sin complejos aquello que le corresponde por importancia en población, y como capital de Andalucía. Políticos de todo color cortejaron este edificio prometiendo su ampliación, desde el anterior gobierno del P.P. hasta los embustes de nuestro presidente Zapatero, que en Triana, un domingo de mayo, en puertas de las elecciones locales, se dio un baño de multitudes y de mentiras. Alfredo sonreía, y no cabía de gozo cuando nuestro presidente tomó la palabra para decirle:
Quiero anunciarte, Alfredo, que el gobierno va a participar en el proyecto de ampliación del Palacio de Congresos para que sea un Palacio de Congresos de España y del mundo, porque Sevilla le ha dado, le da y le dará mucho prestigio a España.
A imaginar los aplausos y la tranquilidad que le quedó a nuestro alcalde al oír estas palabras: sólo faltaba que con un gobierno amigo en Madrid no se consiguiera alguna partida para este proyecto imprescindible y aplazado de forma sangrante durante tanto tiempo. Pues ni un euro se ha destinado en los Presupuestos Generales del Estado para su ampliación e inversiones muy por debajo de la importancia de Sevilla. ¿Hasta cuándo vamos a pagar el regalo envenenado de la Expo’92?
Me remito a la infancia y su noble sentido de la verdad y la justicia. Todos sabemos que no hay nada peor que un padre le prometa algo a su hijo y luego no lo cumpla. Con toda razón, veremos al hijo, con lágrimas en los ojos y cargado de rabia decirnos:
-¡Papá, tú me lo prometiste, eres un mentiroso, no voy a volver a creerte nunca!
Pues que Zapatero no tenga la desvergüenza de tratarnos como a ese niño.
domingo, 14 de octubre de 2007
58. AVENIDA DE LOS TEATINOS.
(emitido el Sábado, 13 de Octubre de 2007 en Punto Radio, Protagonistas Sevilla-93.0 F.M.)
Muy buenas tardes, hoy nos decidimos a pasear por una de esas calles de barrio con sabor: estamos en la avenida de los Teatinos. Por supuesto, que los amantes de la Semana Santa la han localizado rápidamente. Todo capillita que se precie debe conocer el callejero der Pograma. Pues sí, la avenida de los Teatinos es donde tiene su parroquia Nuestro Padre Jesús Cautivo y María Santísima de las Mercedes, ambos titulares de Santa Genoveva, y con salida el Lunes Santo. Los antiguos del lugar llaman a la barriada, el Tiro de Línea. Ésta fue construida en la posguerra civil, y es uno de esos sitios del extrarradio de la ciudad donde da gusto pasear y vivir, con poco que envidiar en calidad de vida a zonas más céntricas. Otros de mis barrios favoritos son El Tardón, El Plantinar, o Pío XII. Mis razones se centran en el sabor de sus construcciones, cuidado del entorno y una vida sana de barrio que lo aproxima al pueblo.
Casas de dos plantas bien hechas, y un paisanaje con apego a un barrio bonito constituyen el vecindario de la avenida de los Teatinos. Pero resulta lamentable que no hayamos aprendido del pasado: un barrio con tanta personalidad en su trazado urbano debiera haber mantenido su fisonomía. Y no ha sido así: tras la liberación de terrenos de la RENFE con el soterramiento del tren, surgieron nuevas avenidas hechas con tiralíneas, y muy poco respetuosas con el trazado urbano de estas barriadas con solera.
Así ha ocurrido con esta avenida, taponada por una nueva calle entre insulsos bloques revestidos de mármol. No hubiera costado nada trazar esa nueva vía unos metros más hacia algún lado, para que todos pudiéramos seguir apreciando la perspectiva uniforme y señorial de la entrada principal a un barrio por esta avenida de los Teatinos.
Y yo me pregunto por qué no puede Urbanismo reunir a los vecinos y consultarles sobre el trazado de calles y construcciones que van a afectar a la fisonomía de sus barrios para que el impacto visual no sea tan salvaje.
No hace mucho que se ha celebrado la Semana de la Arquitectura en Sevilla. Aún sigue existiendo un abismo entre el pueblo llano y la arquitectura contemporánea. Y no cabe decir que nosotros no somos entendidos en la materia. La sensibilidad, el respeto al patrimonio, el urbanismo en una ciudad, son cuestiones que nos afectan a todos. Y si no somos entendidos, probablemente a ellos, arquitectos y técnicos municipales, les corresponderá explicarnos la causa de estos desajustes, o por ejemplo, cuáles son las razones para ubicar cuatro champiñones metálicos gigantes en la céntrica plaza de la Encarnación.
(emitido el Sábado, 13 de Octubre de 2007 en Punto Radio, Protagonistas Sevilla-93.0 F.M.)
Muy buenas tardes, hoy nos decidimos a pasear por una de esas calles de barrio con sabor: estamos en la avenida de los Teatinos. Por supuesto, que los amantes de la Semana Santa la han localizado rápidamente. Todo capillita que se precie debe conocer el callejero der Pograma. Pues sí, la avenida de los Teatinos es donde tiene su parroquia Nuestro Padre Jesús Cautivo y María Santísima de las Mercedes, ambos titulares de Santa Genoveva, y con salida el Lunes Santo. Los antiguos del lugar llaman a la barriada, el Tiro de Línea. Ésta fue construida en la posguerra civil, y es uno de esos sitios del extrarradio de la ciudad donde da gusto pasear y vivir, con poco que envidiar en calidad de vida a zonas más céntricas. Otros de mis barrios favoritos son El Tardón, El Plantinar, o Pío XII. Mis razones se centran en el sabor de sus construcciones, cuidado del entorno y una vida sana de barrio que lo aproxima al pueblo.
Casas de dos plantas bien hechas, y un paisanaje con apego a un barrio bonito constituyen el vecindario de la avenida de los Teatinos. Pero resulta lamentable que no hayamos aprendido del pasado: un barrio con tanta personalidad en su trazado urbano debiera haber mantenido su fisonomía. Y no ha sido así: tras la liberación de terrenos de la RENFE con el soterramiento del tren, surgieron nuevas avenidas hechas con tiralíneas, y muy poco respetuosas con el trazado urbano de estas barriadas con solera.
Así ha ocurrido con esta avenida, taponada por una nueva calle entre insulsos bloques revestidos de mármol. No hubiera costado nada trazar esa nueva vía unos metros más hacia algún lado, para que todos pudiéramos seguir apreciando la perspectiva uniforme y señorial de la entrada principal a un barrio por esta avenida de los Teatinos.
Y yo me pregunto por qué no puede Urbanismo reunir a los vecinos y consultarles sobre el trazado de calles y construcciones que van a afectar a la fisonomía de sus barrios para que el impacto visual no sea tan salvaje.
No hace mucho que se ha celebrado la Semana de la Arquitectura en Sevilla. Aún sigue existiendo un abismo entre el pueblo llano y la arquitectura contemporánea. Y no cabe decir que nosotros no somos entendidos en la materia. La sensibilidad, el respeto al patrimonio, el urbanismo en una ciudad, son cuestiones que nos afectan a todos. Y si no somos entendidos, probablemente a ellos, arquitectos y técnicos municipales, les corresponderá explicarnos la causa de estos desajustes, o por ejemplo, cuáles son las razones para ubicar cuatro champiñones metálicos gigantes en la céntrica plaza de la Encarnación.
sábado, 6 de octubre de 2007
57. UN DÍA SIN BARES
(emitido el sábado, 6 de Octubre de 2007 -Protagonistas Sevilla- Punto Radio -93.0 F.M.-)
Buenas tardes, me he llevado toda la semana intentando convencerme de que no es justa la huelga, que no ha lugar para una medida tan drástica. Aún con mis dudas, y espíritu benevolente, el jueves salí a desayunar al bar de costumbre, y parece que hoy tampoco hubo suerte. Me toca aguantar al camarero chulo:
-¡A ver, tú, qué quieres!
-¿Se refiere usted a mí?
-¡Sí, tú! ¡Y venga, que no tengo toda la mañana!
-Pues un café con leche y media tostada con aceite, por favor.
-¡Manoloo, uno con leshe y media con aseite p’ar grande de gafas der fondo!
Una vez que toda la barra me ha localizado y sabe de mis hábitos de desayuno, por fin viene mi tostada, estrellada directamente junto a mis narices.
Peor suerte corrió mi compañera, porque tuvo necesidad de ir al baño.
-¡Manolooo, las llaves der servisio pá la señora de la falda roja!
Tras el café, y después de haberlo reclamado unas diez veces, ni que decir tiene que me tuve que ir sin poder tomar un vaso de agua.
Ayer por la noche, salgo con mi señora y acabamos en un bar supuestamente más fino que el que por obligación y cercanía debo usar para desayunar en el trabajo. En esta ocasión, todo es simpatía. El problema viene al pedir la cuenta: 6.50 por dos montaditos fríos con patatas rancias y dos cervezas calientes.
Y aquí acaba toda mi benevolencia. Como señal de protesta y por jartura , me he decidido a secundar la huelga de usuarios de bares en Sevilla convocada por internet para hoy sábado, 6 de octubre. Ignoro si la llamada de atención de esta huelga tendrá éxito, porque en Sevilla, antes prescindimos del coche o del pan, que del bar. Y si no valga esta anécdota:
Hace mucho tiempo, cuando el amigo Fernando no era más que un bebé, en la primera huelga general de nuestro país con un gobierno socialista, entonces presidido por don Felipe González, recuerdo que con la universidad cerrada, decidí dar una vuelta con unos amigos para observar el seguimiento de la convocatoria. Muy pocos coches por las calles, y casi todos los negocios cerrados. Pero cuál no sería nuestra sorpresa cuando en la Alfalfa vimos un bar con la puerta entreabierta. Un hombre se dispone a salir del local, y antes de hacerlo, mira a derecha e izquierda con mucha precaución. Al momento, abandona el bar seguido por otros dos compañeros. Los tres llevaban banderolas con siglas sindicales. Ante mi sonrisa, el primero de ellos dijo:
-¡Oye, niño, no te rías, que los piquetes informativos también tenemos que tomar café!
Pues sí, mucha huelga general, pero el cafelito, que nos lo pongan. Y me parece muy bien, pero por favor, que lo hagan con educación, sin precios abusivos y pésima calidad, porque ya están acabando con una institución tan sevillana como los bares.
Por mi parte, esta tarde voy a salir a pasear por esta hermosa ciudad, pero el aperitivo, hoy me lo pienso tomar en mi casa. Y mucho cuidado, porque a ver si todos los que nos vamos a sumar a esta protesta le vamos a coger el gusto al asunto.
(emitido el sábado, 6 de Octubre de 2007 -Protagonistas Sevilla- Punto Radio -93.0 F.M.-)
Buenas tardes, me he llevado toda la semana intentando convencerme de que no es justa la huelga, que no ha lugar para una medida tan drástica. Aún con mis dudas, y espíritu benevolente, el jueves salí a desayunar al bar de costumbre, y parece que hoy tampoco hubo suerte. Me toca aguantar al camarero chulo:
-¡A ver, tú, qué quieres!
-¿Se refiere usted a mí?
-¡Sí, tú! ¡Y venga, que no tengo toda la mañana!
-Pues un café con leche y media tostada con aceite, por favor.
-¡Manoloo, uno con leshe y media con aseite p’ar grande de gafas der fondo!
Una vez que toda la barra me ha localizado y sabe de mis hábitos de desayuno, por fin viene mi tostada, estrellada directamente junto a mis narices.
Peor suerte corrió mi compañera, porque tuvo necesidad de ir al baño.
-¡Manolooo, las llaves der servisio pá la señora de la falda roja!
Tras el café, y después de haberlo reclamado unas diez veces, ni que decir tiene que me tuve que ir sin poder tomar un vaso de agua.
Ayer por la noche, salgo con mi señora y acabamos en un bar supuestamente más fino que el que por obligación y cercanía debo usar para desayunar en el trabajo. En esta ocasión, todo es simpatía. El problema viene al pedir la cuenta: 6.50 por dos montaditos fríos con patatas rancias y dos cervezas calientes.
Y aquí acaba toda mi benevolencia. Como señal de protesta y por jartura , me he decidido a secundar la huelga de usuarios de bares en Sevilla convocada por internet para hoy sábado, 6 de octubre. Ignoro si la llamada de atención de esta huelga tendrá éxito, porque en Sevilla, antes prescindimos del coche o del pan, que del bar. Y si no valga esta anécdota:
Hace mucho tiempo, cuando el amigo Fernando no era más que un bebé, en la primera huelga general de nuestro país con un gobierno socialista, entonces presidido por don Felipe González, recuerdo que con la universidad cerrada, decidí dar una vuelta con unos amigos para observar el seguimiento de la convocatoria. Muy pocos coches por las calles, y casi todos los negocios cerrados. Pero cuál no sería nuestra sorpresa cuando en la Alfalfa vimos un bar con la puerta entreabierta. Un hombre se dispone a salir del local, y antes de hacerlo, mira a derecha e izquierda con mucha precaución. Al momento, abandona el bar seguido por otros dos compañeros. Los tres llevaban banderolas con siglas sindicales. Ante mi sonrisa, el primero de ellos dijo:
-¡Oye, niño, no te rías, que los piquetes informativos también tenemos que tomar café!
Pues sí, mucha huelga general, pero el cafelito, que nos lo pongan. Y me parece muy bien, pero por favor, que lo hagan con educación, sin precios abusivos y pésima calidad, porque ya están acabando con una institución tan sevillana como los bares.
Por mi parte, esta tarde voy a salir a pasear por esta hermosa ciudad, pero el aperitivo, hoy me lo pienso tomar en mi casa. Y mucho cuidado, porque a ver si todos los que nos vamos a sumar a esta protesta le vamos a coger el gusto al asunto.
sábado, 29 de septiembre de 2007
56. ATENDER AL PÚBLICO
(emitido en Protagonistas Sevilla -Punto Radio, 93.0 FM- el sábado 29 de septiembre de 2007)
Pues muy buenas tardes tengan ustedes. Hoy estamos trasteando por las dependencias municipales de nuestra ciudad porque toca hacer gestiones. Vamos avanzando en humanidad y eficacia, aunque todo se complica si se estropea el ordenador central: nadie es capaz de hacer nada. No ha sido el caso que nos ocupa: las oficinas del padrón municipal, en la Casa de la Moneda, cuentan con unos cómodos y funcionales bancos para esperar nuestro turno, una vez que cogemos nuestro correspondiente papelito donde se nos indica número de orden y mesa donde vamos a ser atendidos. La espera, tampoco es excesiva.
La cuestión se complica algo más cuando pretendes pagar una multa de Tráfico en la plaza de la Encarnación –pues, sí, nadie es perfecto-. Edificios estrechos, vigilantes despistados, y demasiadas vueltas. Pero la intención es lo que vale. Una vez que me aclaro un poco, termino en la ventanilla correcta, y soy atendido con toda la prontitud posible. Sólo hay un problema: delante de mí se encuentra un señor que lleva el importe de su sanción en bolsas, todo en calderilla de céntimos, como modo de protesta ante lo que considera ha sido una injusta sanción. Y los que le seguimos en la cola nos planteamos por la culpa que tenemos nosotros al hacernos esperar tanto rato. El caso es que la administrativa correspondiente, sin inmutarse y con una sonrisa, se ve obligada a contar los setenta y tantos euros de la multa.
Por mucho que pudiera parecer, el personal funcionario de las distintas administraciones suele ser muy correcto en su trato con el público, y no emite juicios de valor por tu actitud o indumentaria. Desgraciadamente, no puedo decir lo mismo de ciertos dependientes de grandes almacenes. Y conste, que admito que aguantar a la clientela debe ser muy difícil, y a la dirección, aún más, porque no hay sindicatos reales. Estamos en verano, voy aseado, pero en camiseta, pantalón corto y botines. Necesito calcetines de algodón, es mediodía, y hay una proporción de cuatro dependientes por cliente. Hace tiempo que trasteo en la sección de complementos hasta que aclaro mis dudas y cojo los pares que me voy a llevar. Debí ser invisible, porque tardaron en cobrarme más que en terminar un túnel del metro. Y mi coraje aún fue mayor cuando una cacatúa vestida de marca se coló con un cinturón, y dos empleaduchos casi se dan un cabezazo para ver quién le cobraba primero.
Pues desde aquí, mi aplauso a la administrativa que tan estoicamente aguantó las impertinencias del automovilista cabreado, y un tirón de orejas a ese dependiente que no te atiende porque no le da la gana. Otro día prometemos hablar de la familiaridad de ciertos camareros.
sábado, 22 de septiembre de 2007
55. PARQUECILLOS, Y SER PADRE (CON PERDÓN)
(emitido el Sábado 22 de septiembre de 2007 en Protagonistas Sevilla –Punto Radio, 93.0 F.M.)
Buenas tardes, dispuesto estaba a comentarles el estado de los parquecillos de barrio, esos que arreglan cada cuatro años, reinauguran, dejan que se degraden, abandonan y vuelven a arreglar, en el mejor de los casos a golpe de talonario y elecciones. En todos, se repiten los mismos grupos: pandillas de chavales normales, minoría porreta descamisada con scooter y litronas, y zona central con toboganes y columpios repletos de pintadas, ocupados por padres y madres con niños.
Cada grupo suele tener sus horas. En horario de tarde, abundamos los padres con niños. Ése era mi caso ayer. Mi hija regresa de las extraescolares, mientras se columpia, suelta la mochila en un banco y me entrega una hoja del cole. Se trata de una información de la A.M.P.A., sin “hache”. Pues sí, traduciendo: la Asociación de Madres y Padres de Alumnos y Alumnas.
Todo transcurría con normalidad: se pide una cuota extra para sufragar nosécuál actividad extraescolar. Como siempre, lo primero: facilitar mis datos bancarios. Lo sorprendente llega cuando observo que se omite aquello tan clásico de Nombre del padre y Nombre de la madre. En su lugar aparece lo siguiente: Nombre del Cónyuge A y Nombre del Cónyuge B. Bueno, ¿y yo qué soy ahora: Cónyuge A, o Cónyuge B?
La primera medida que pienso tomar ante tanta estupidez , es darme de baja de una asociación que me niega mi derecho a existir como padre. Antes, en los colegios sólo había A.P.A (Asociación de Padres de Alumnos). Ahora, por aquello de sexificar el lenguaje, ha pasado a ser A.M.P.A. (Asociación de Madres y Padres de Alumnos y Alumnas). El próximo paso será llamarla A.C.A.C.B.A., es decir: Asociación de Cónyuges A y Cónyuges B de Alumnos y Alumnas.
¿Hasta dónde vamos a llegar? Para intentar entender la aberración del documento, empiezo a considerar que quizás todo venga de los distintos tipos de familias actuales, y muy concretamente, de los matrimonios homosexuales. Y concluyo con que estoy hasta el gorro del lobby de gays y lesbianas. Que hagan un documento alternativo para ellos, porque el respeto a las minorías también pasa por no avasallar a las mayorías. Que soy padre a mucha honra, aunque a algunos parezca molestarle.
¿Cónyuge A?, ¿cónyuge B?, ¿pero quién ha sido el mamarracho, guión mamarracha, que se le ha ocurrido tan brillante idea? Por más que miro, en este parque sólo veo a padres y madres, y a nadie le importa la tendencia sexual de cada cual.
Pero es igual, hay que comulgar con ruedas de molino, y encima hasta te pueden calumniar acusándote de homófobo o de no ser políticamente correcto.
(emitido el Sábado 22 de septiembre de 2007 en Protagonistas Sevilla –Punto Radio, 93.0 F.M.)
Buenas tardes, dispuesto estaba a comentarles el estado de los parquecillos de barrio, esos que arreglan cada cuatro años, reinauguran, dejan que se degraden, abandonan y vuelven a arreglar, en el mejor de los casos a golpe de talonario y elecciones. En todos, se repiten los mismos grupos: pandillas de chavales normales, minoría porreta descamisada con scooter y litronas, y zona central con toboganes y columpios repletos de pintadas, ocupados por padres y madres con niños.
Cada grupo suele tener sus horas. En horario de tarde, abundamos los padres con niños. Ése era mi caso ayer. Mi hija regresa de las extraescolares, mientras se columpia, suelta la mochila en un banco y me entrega una hoja del cole. Se trata de una información de la A.M.P.A., sin “hache”. Pues sí, traduciendo: la Asociación de Madres y Padres de Alumnos y Alumnas.
Todo transcurría con normalidad: se pide una cuota extra para sufragar nosécuál actividad extraescolar. Como siempre, lo primero: facilitar mis datos bancarios. Lo sorprendente llega cuando observo que se omite aquello tan clásico de Nombre del padre y Nombre de la madre. En su lugar aparece lo siguiente: Nombre del Cónyuge A y Nombre del Cónyuge B. Bueno, ¿y yo qué soy ahora: Cónyuge A, o Cónyuge B?
La primera medida que pienso tomar ante tanta estupidez , es darme de baja de una asociación que me niega mi derecho a existir como padre. Antes, en los colegios sólo había A.P.A (Asociación de Padres de Alumnos). Ahora, por aquello de sexificar el lenguaje, ha pasado a ser A.M.P.A. (Asociación de Madres y Padres de Alumnos y Alumnas). El próximo paso será llamarla A.C.A.C.B.A., es decir: Asociación de Cónyuges A y Cónyuges B de Alumnos y Alumnas.
¿Hasta dónde vamos a llegar? Para intentar entender la aberración del documento, empiezo a considerar que quizás todo venga de los distintos tipos de familias actuales, y muy concretamente, de los matrimonios homosexuales. Y concluyo con que estoy hasta el gorro del lobby de gays y lesbianas. Que hagan un documento alternativo para ellos, porque el respeto a las minorías también pasa por no avasallar a las mayorías. Que soy padre a mucha honra, aunque a algunos parezca molestarle.
¿Cónyuge A?, ¿cónyuge B?, ¿pero quién ha sido el mamarracho, guión mamarracha, que se le ha ocurrido tan brillante idea? Por más que miro, en este parque sólo veo a padres y madres, y a nadie le importa la tendencia sexual de cada cual.
Pero es igual, hay que comulgar con ruedas de molino, y encima hasta te pueden calumniar acusándote de homófobo o de no ser políticamente correcto.
sábado, 15 de septiembre de 2007
54. VUELTA AL COLE.
(emitido en Protagonistas Sevilla, Punto Radio -93.0 F.M. el sábado 15 de septiembre de 2007)
Muy buenas tardes; por si no se han enterado aún, en dos días, ya estamos de vuelta al cole. Los niños pronto estarán en fila en el patio, todos con sus carteras nuevas, algunos con uniforme, dispuestos para aprender y reencontrarse con sus compañeros. Y los maestros, relevaremos a los padres.
Pues sí, nunca lo he ocultado: un servidor es maestro de Primaria a mucha honra, pese a que me permitan cada semana leerles estas crónicas sin más ánimo de nada que el que ustedes me escuchen, si les fuera menester. No es el caso de otros ilustres desertores de la tiza, que en cualquier medio que se precie van dictando sentencias sobre lo humano y lo divino, a golpe de talonario e insulto. Los que nos quedamos, aún creemos que hay mucho que hacer en educación, pese a la avalancha burocrática de los últimos años.
Pero debemos aprovechar los momentos de estreno. En septiembre, volvemos a la realidad. Al igual que en enero, es un mes en el que somos más propensos a escuchar.
Los maestros lo sabemos, y aprovechamos estos días para pedir a nuestros alumnos todo el material que vamos a necesitar durante el curso.
Y sobre todo, para repetir a padres, madres y familiares diversos, algunas cuestiones muy simples, como las siguientes: que en el barco de la educación vamos todos, que a su hijo nadie le tiene manía si se le reprende, que podemos equivocarnos, y que hablando se entiende la gente, pero que si ustedes nos quitan la autoridad, no llegamos al respeto mutuo, y que su hijo es una esponja que absorbe todo lo que ve.
Por encima de cualquier otro planteamiento: si colaboramos entre todos, sacaremos adelante a esas entrañables personitas que son sus hijos y nuestros alumnos.
Aparte, recordemos que nada puede hacer más feliz a un niño, a una niña, que sus padres jueguen un rato con ellos, o que simplemente los escuchen. Desde luego, estas afirmaciones pasan por ser obviedades, y quizá por ello, sea necesario repetirlas tanto. En fin, días de estreno, así que tengamos todos un feliz regreso al cole.
Pues sí, nunca lo he ocultado: un servidor es maestro de Primaria a mucha honra, pese a que me permitan cada semana leerles estas crónicas sin más ánimo de nada que el que ustedes me escuchen, si les fuera menester. No es el caso de otros ilustres desertores de la tiza, que en cualquier medio que se precie van dictando sentencias sobre lo humano y lo divino, a golpe de talonario e insulto. Los que nos quedamos, aún creemos que hay mucho que hacer en educación, pese a la avalancha burocrática de los últimos años.
Pero debemos aprovechar los momentos de estreno. En septiembre, volvemos a la realidad. Al igual que en enero, es un mes en el que somos más propensos a escuchar.
Los maestros lo sabemos, y aprovechamos estos días para pedir a nuestros alumnos todo el material que vamos a necesitar durante el curso.
Y sobre todo, para repetir a padres, madres y familiares diversos, algunas cuestiones muy simples, como las siguientes: que en el barco de la educación vamos todos, que a su hijo nadie le tiene manía si se le reprende, que podemos equivocarnos, y que hablando se entiende la gente, pero que si ustedes nos quitan la autoridad, no llegamos al respeto mutuo, y que su hijo es una esponja que absorbe todo lo que ve.
Por encima de cualquier otro planteamiento: si colaboramos entre todos, sacaremos adelante a esas entrañables personitas que son sus hijos y nuestros alumnos.
Aparte, recordemos que nada puede hacer más feliz a un niño, a una niña, que sus padres jueguen un rato con ellos, o que simplemente los escuchen. Desde luego, estas afirmaciones pasan por ser obviedades, y quizá por ello, sea necesario repetirlas tanto. En fin, días de estreno, así que tengamos todos un feliz regreso al cole.
lunes, 10 de septiembre de 2007
53. EL RETORNO Y LOS COLECCIONABLES.
(emitido el sábado 8 de septiembre de 2007 en Protagonistas Sevilla
- Punto Radio-93.0 F:M)
Buenas tardes, aquí regresamos de nuevo con nuestras crónicas personales tras unas merecidas vacaciones, y enhorabuena a aquellos afortunadísimos que las han iniciado en septiembre. Pero hoy, y no podía ser de otro modo, dedicamos este espacio, al retorno.
Nos embarga la nostalgia –entre otras cosas- , y comentando lo más visible de la caja tonta durante el estío, recordamos un programa presentado por María del Monte, que Canal Sur dedicó a las sevillanas. En este espacio, se trataba de escoger a las sevillanas de nuestra vida, y contaba con grandes figuras del género, como Romeros o Marismeños. Pasa la vida fue una de las más nombradas.
Efectivamente, nos vamos poco a poco, se va la juventud calladamente, se acaban las vacaciones para los privilegiados que tenemos un trabajo, y todo, en esta corriente del río cuando cruza el mar.
Pero, por favor, vayamos despacito por la vida, no consumamos etapas de golpe. Y sobre todo, para aquellos que reiniciamos nuestra actividad en septiembre, cojamos el toro por los cuernos, pero con tranquilidad. Qué le vamos a hacer, no hay consuelo posible: hay que volver al tajo. Y aún estamos a tiempo de no comprar el primer fascículo coleccionable de la interminable serie con que nos amenazan en televisión en septiembre. A saber, he llegado a contar más de treinta: muñecas de porcelana, maquetas de barcos, de casas, libros de supuesto desarrollo personal, guerreros medievales, miniaturas de bólidos, figuras de belén, y hasta cuentos de Calleja: Efectivamente, estos es lo que son estos coleccionables: cuentos de Calleja. Tiramos dos euros a la basura la primera semana creyéndonos que así nos consolamos tras las vacaciones iniciando una colección de lo que sea, que a la tercera semana nos costará ocho euros.
Mire, si usted se interesa por las maquetas, los soldaditos de plomo o los coches de Scalextric, pásese por la calle Hernando Colón y verá qué maravillas hay en la Juguetería Cuervas. Si le gustan los belenes, ¡espérese unos meses, por favor, criatura, que aún andamos con las calores! Allá por noviembre, pásese por la calle José Gestoso, y en Pichardo, encontrará usted todas las figuritas que quiera. Y para libros, nada mejor que una librería, como su propio nombre indica, o las bibliotecas públicas.
Piénsese si de verdad quiere iniciar una nueva colección, y vivamos despacito esta reentrada. Y recuerde que en los kioscos, entre otras cosas, venden periódicos. Por lo demás, valor, y feliz reentrada.
lunes, 25 de junio de 2007
52. LUNARES Y HUELLAS
( emitido en Punto Radio -93.0 FM- Protagonistas Sevilla -el 23 de junio de 2007)
Muy buenas tardes, sevillanas y sevillanos. Bienvenidos al mundo real; acaban de pasar las elecciones municipales, y ya está todo el pescao vendido. El que ha podido se ha llevado su trocito de tarta correspondiente. Abajo con la hipocresía, ya no es necesario disimular por más tiempo: la avenida de la Constitución no ha estado más de un mes en ejemplar estado de revista. Hace más de una semana que ha entrado una excavadora a picar el novísimo pavimento para adaptar las marquesinas a su tranvía. Y que no aprendemos, en Sevilla es deporte olímpico, abrir calles recién estrenadas.
Una espantosa hilera de puntos fosforescentes amarillos la decoran, parecen indicar que en breve se levantarán algunas losas. Encima, el Foro Internacional sobre la Sequía que se reúne estos días en nuestra ciudad, no se le ocurre otra cosa que estropear el pavimento de nuestras más queridas calles como Sierpes, Rioja, o la misma avenida de la Constitución, con unas huellas de pies azules en zig-zag acompañados de unos carteles con la palabra agua en varios idiomas.
¿Y qué leñes tiene que ver? Que me parece magnífico que nos concienciemos sobre el ahorro de agua y el gravísimo problema de la desertización que tanto afecta a España. Pero no sé quién autoriza a una ONG hortera a ensuciar las calles afeando nuestro patrimonio. Si el concepto es ahorrar agua, ¿por qué se despilfarra tanta pintura? ¿Alguien ha previsto cuánta agua a presión va a ser necesaria para quitar tanta mamarrachada de pintura?, ¿o es que va a ser permanente?
Y sobre todo, quién nos ha pedido permiso para convertir varias calles en una ridícula pancarta de huellas de pies desnudos que lo único que conciencian es sobre la escasa originalidad del artista gráfico correspondiente.
El resultado es especialmente sangrante en la calle Sierpes, tanto cuidar los escaparates en el Corpus, brindarnos sombras con sus velas para acabar vulgarizando su suelo. Por eso, me permito darles dos consejos casi innecesarios. Por favor, compren periódicos y paseen. Lo primero, es bueno para la mente y saber qué pasa a tu alrededor, y lo segundo, para las piernas y el corazón. Pero sobre todo, combinando ambas actividades, quedarnos con nuestra porción de verdad, o al menos, de realidad.
Que estos días se ha reunido el Foro sobre la Sequía en Sevilla y han sacado muy importantes conclusiones, pues estupendo. Que un grupo de jóvenes adscritos a una ONG han atentado contra el suelo de la calle Sierpes, la avenida y alrededores paseando descalzos mojando sus pies en pintura azul , pues ya no tanto. Y sobre todo, quién nos arregla ahora los desperfectos de tan brillante idea.
Muy buenas tardes, sevillanas y sevillanos. Bienvenidos al mundo real; acaban de pasar las elecciones municipales, y ya está todo el pescao vendido. El que ha podido se ha llevado su trocito de tarta correspondiente. Abajo con la hipocresía, ya no es necesario disimular por más tiempo: la avenida de la Constitución no ha estado más de un mes en ejemplar estado de revista. Hace más de una semana que ha entrado una excavadora a picar el novísimo pavimento para adaptar las marquesinas a su tranvía. Y que no aprendemos, en Sevilla es deporte olímpico, abrir calles recién estrenadas.
Una espantosa hilera de puntos fosforescentes amarillos la decoran, parecen indicar que en breve se levantarán algunas losas. Encima, el Foro Internacional sobre la Sequía que se reúne estos días en nuestra ciudad, no se le ocurre otra cosa que estropear el pavimento de nuestras más queridas calles como Sierpes, Rioja, o la misma avenida de la Constitución, con unas huellas de pies azules en zig-zag acompañados de unos carteles con la palabra agua en varios idiomas.
¿Y qué leñes tiene que ver? Que me parece magnífico que nos concienciemos sobre el ahorro de agua y el gravísimo problema de la desertización que tanto afecta a España. Pero no sé quién autoriza a una ONG hortera a ensuciar las calles afeando nuestro patrimonio. Si el concepto es ahorrar agua, ¿por qué se despilfarra tanta pintura? ¿Alguien ha previsto cuánta agua a presión va a ser necesaria para quitar tanta mamarrachada de pintura?, ¿o es que va a ser permanente?
Y sobre todo, quién nos ha pedido permiso para convertir varias calles en una ridícula pancarta de huellas de pies desnudos que lo único que conciencian es sobre la escasa originalidad del artista gráfico correspondiente.
El resultado es especialmente sangrante en la calle Sierpes, tanto cuidar los escaparates en el Corpus, brindarnos sombras con sus velas para acabar vulgarizando su suelo. Por eso, me permito darles dos consejos casi innecesarios. Por favor, compren periódicos y paseen. Lo primero, es bueno para la mente y saber qué pasa a tu alrededor, y lo segundo, para las piernas y el corazón. Pero sobre todo, combinando ambas actividades, quedarnos con nuestra porción de verdad, o al menos, de realidad.
Que estos días se ha reunido el Foro sobre la Sequía en Sevilla y han sacado muy importantes conclusiones, pues estupendo. Que un grupo de jóvenes adscritos a una ONG han atentado contra el suelo de la calle Sierpes, la avenida y alrededores paseando descalzos mojando sus pies en pintura azul , pues ya no tanto. Y sobre todo, quién nos arregla ahora los desperfectos de tan brillante idea.
sábado, 16 de junio de 2007
51. REINA MERCEDES
(emitido en Punto Radio -93.0 FM- en Protagonistas Sevilla el sábado 16 de junio de 2007)
Muy buenas tardes, hoy mi paseo concluye en una de las calles de nuestra muy monárquica ciudad, al menos en su nomenclatura: Cabeza del rey don Pedro, Glorieta de doña Mercedes de Orleáns y Borbón, Parque de los Príncipes.
Nos encontramos en la Avenida Reina Mercedes, monarca coplera por excelencia, y la más tierna historia de amor de don Alfonso XII, su triste marido, que también tiene calle en Sevilla, y su hijo, hasta un hotel.
Bien temprano, llegamos desde La Palmera. A nuestra derecha, Facultades de Farmacia, Biológicas, Escuelas técnicas de Arquitectura, campus, y a nuestra izquierda, bloques de pisos setenteros, altos, espigados, con sus bajos comerciales repletos de copisterías e infinidad de bares especializados en comida rápida, y sus propietarios, que disfrutan y sufren con la presencia estudiantil. Por una parte, se quejan del ruido y las macrobotellonas de otros tiempos, y por otra, sacan beneficios alquilando sus viviendas a universitarios.
En cualquiera de sus bares, y a todas horas, aparecen chavales ojerosos pidiendo café o bocadillos para seguir maratonianas sesiones de estudio: estamos en fin de curso. Toda la manzana respira tensión y nervios: los estudiantes, esperando entrar en sus aulas para examinarse o entregar trabajos hechos a golpe de ratón y Copiar y Pegar archivos. Y a escasos metros, frente a la sede de Tráfico, hileras de coches de autoescuelas con sus instructores, examinadores y futuros dueños de automóviles esperando merecer la tan ansiada cartulina rosa con sus doce puntos.
Imposible no contagiarnos de este espíritu evaluador. Sinceramente, no veo justo que dos alumnos no puedan sumar sus notas para aprobar y llegar al tan ansiado cinco , que es a fin de cuentas lo único que importa. No sé por qué le exigimos a nuestros alumnos más que a nuestros representantes municipales.
Hace poco, ha habido exámenes municipales cuatrienales. El Partido Popular ha sacado un 4.5 alto. El PSOE, tampoco aprueba: otro 4.5 raspón. Sin embargo, se ha asociado con su amigo Izquierda Unida. Sumando el 0.5 de esta formación y cambiando de nombre, ya consiguen el aprobado: ahora se hacen llamar Pacto de Progreso. Mientras, el PP ha buscado otros aliados, pero el Partido Andalucista no llega al P.A., o sea, no Progresa Adecuadamente, repite curso.
Puestos a Copiar y Pegar, la nota más brillante hubiese sido el Sobresaliente que formarían la suma de las notas del PSOE y el PP. Y uniones de estas características se producen sin problema en otros países de Europa, donde piensan más en los intereses generales que en el cambalacheo de décimas. Por otra parte, con resultados tan ajustados, lo mejor sería ofrecer la posibilidad de una recuperación en segunda vuelta sólo con los dos candidatos al cinco.
Por supuesto, alguien dirá que las bisagras son imprescindibles para abrir y cerrar puertas de gobierno. Pero es que ya estamos hartos de gastar tantos millones en engrasarlas.
Muy buenas tardes, hoy mi paseo concluye en una de las calles de nuestra muy monárquica ciudad, al menos en su nomenclatura: Cabeza del rey don Pedro, Glorieta de doña Mercedes de Orleáns y Borbón, Parque de los Príncipes.
Nos encontramos en la Avenida Reina Mercedes, monarca coplera por excelencia, y la más tierna historia de amor de don Alfonso XII, su triste marido, que también tiene calle en Sevilla, y su hijo, hasta un hotel.
Bien temprano, llegamos desde La Palmera. A nuestra derecha, Facultades de Farmacia, Biológicas, Escuelas técnicas de Arquitectura, campus, y a nuestra izquierda, bloques de pisos setenteros, altos, espigados, con sus bajos comerciales repletos de copisterías e infinidad de bares especializados en comida rápida, y sus propietarios, que disfrutan y sufren con la presencia estudiantil. Por una parte, se quejan del ruido y las macrobotellonas de otros tiempos, y por otra, sacan beneficios alquilando sus viviendas a universitarios.
En cualquiera de sus bares, y a todas horas, aparecen chavales ojerosos pidiendo café o bocadillos para seguir maratonianas sesiones de estudio: estamos en fin de curso. Toda la manzana respira tensión y nervios: los estudiantes, esperando entrar en sus aulas para examinarse o entregar trabajos hechos a golpe de ratón y Copiar y Pegar archivos. Y a escasos metros, frente a la sede de Tráfico, hileras de coches de autoescuelas con sus instructores, examinadores y futuros dueños de automóviles esperando merecer la tan ansiada cartulina rosa con sus doce puntos.
Imposible no contagiarnos de este espíritu evaluador. Sinceramente, no veo justo que dos alumnos no puedan sumar sus notas para aprobar y llegar al tan ansiado cinco , que es a fin de cuentas lo único que importa. No sé por qué le exigimos a nuestros alumnos más que a nuestros representantes municipales.
Hace poco, ha habido exámenes municipales cuatrienales. El Partido Popular ha sacado un 4.5 alto. El PSOE, tampoco aprueba: otro 4.5 raspón. Sin embargo, se ha asociado con su amigo Izquierda Unida. Sumando el 0.5 de esta formación y cambiando de nombre, ya consiguen el aprobado: ahora se hacen llamar Pacto de Progreso. Mientras, el PP ha buscado otros aliados, pero el Partido Andalucista no llega al P.A., o sea, no Progresa Adecuadamente, repite curso.
Puestos a Copiar y Pegar, la nota más brillante hubiese sido el Sobresaliente que formarían la suma de las notas del PSOE y el PP. Y uniones de estas características se producen sin problema en otros países de Europa, donde piensan más en los intereses generales que en el cambalacheo de décimas. Por otra parte, con resultados tan ajustados, lo mejor sería ofrecer la posibilidad de una recuperación en segunda vuelta sólo con los dos candidatos al cinco.
Por supuesto, alguien dirá que las bisagras son imprescindibles para abrir y cerrar puertas de gobierno. Pero es que ya estamos hartos de gastar tantos millones en engrasarlas.
domingo, 10 de junio de 2007
50. CINCUENTA CAMINOS
(emitido en Punto Radio -93.0 FM- , en Protagonistas Sevilla el sábado 9 de junio de 2007)
Muy buenas tardes. Hoy pretendemos que nuestro paseo semanal por Sevilla con ojos críticos y mocasines listos para callejear, sea distinto. Ningún paisaje urbano es completo sin sus gentes, con lo que ahora nos disponemos a rendir homenaje a todas aquellas personas y seres que de algún modo me han ayudado a hacer esta crónica semanal.
Y los primeros, por supuesto, ustedes, radioyentes que me están escuchando en este rincón de Punto Radio Sevilla casi todos los sábados desde hace dos años. Y muy especialmente, a la seguidora más fiel: mi madre.
De un modo u otro, quiero dar las gracias: al quiosquero de Luis Montoto, por su profesional malhumor, al vendedor de chucherías del puestecillo de las Naciones, donde fuimos a conocer al chaval que se subió en un árbol para detener una poda salvaje, a la nieta de don Aníbal González, que con tanta amabilidad nos contó detalles de la mansión de su abuelo, a la señora del abrigo de conejo del Teatro de la Maestranza, por arruinarme un concierto con sus carraspeos y toses.
Al cámara chulo del Festival de cine europeo, a los ecuatorianos y magrebíes que me inspiraron una crónica en la calle Doctor Fedriani, al fumador de porros de los veladores del bar de la calle Levíes, por su estupidez, a don Alfredo Sánchez Monteseirín, por ser el protagonista de tantas historias, por sus acciones y omisiones.
A los árboles de Sevilla, por darnos vida y alegría, y aguantar tanto mamarracho que les pega carteles, a los patos de la Isleta de los Pájaros de parque de María Luisa, por lo que tuvieron que soportar para que les limpiaran su estanque y los devolvieran a casa. Gracias también a ese dueño anónimo de perro, por tantos excrementos caninos como pisaron las suelas de mis zapatos en mis paseos buscando crónicas urbanas, y encima, ni me toca el reintegro en los cupones.
Al camarero costalero del bar Antiguas Piletas, a los ojos de la morena de la última feria, al caballero del cuello estirado en el carruaje de alquiler; a los bustos de Sevilla, incluido el de Lopera, a cierto bar de Bami, por sus tostadas con gérmenes, al mercado de Triana, por sus gentes. A los ocupas, por su ejemplar ahorro de energía, en concreto, cuando se trata de trabajar, a la rancia nobleza de mi ciudad, por oler tan mal; a mi cuñado, por el arte de salir a correr con la camiseta del Betis por el río cuando llegaba la expedición del Sevilla en catamarán. A los libreros y editores de la Feria del libro, sobre todo, a los del stand en que me dejaron firmar libros, a los tertulianos de cualquier bar de barrio, y un agradecimiento especial a Ricard, César, y todos los técnicos de sonido de esta emisora, por su absoluta profesionalidad, a J.M. García Bautista y sus fantasmas, por pisarme los talones.
Finalmente, muchas gracias a Fernando García Haldón, por confiar todas estas semanas en mis crónicas personales sobre una Sevilla no tópica, para descubrir a ritmo de tranquilo y reflexivo paseo. Y concluyo: toda esta parrafada viene a cuento porque hoy estamos de celebraciones: éste es mi Caminante número cincuenta. Si me aguantan, yo pienso seguir. Ya queda menos para mi crónica número diez mil. Hasta el próximo sábado.
lunes, 4 de junio de 2007
49. CELEBRACIONES FUTBOLERAS
(emitido en Punto Radio -93.0 FM- Protagonistas Sevilla, el 2 de junio de 2007)
Muy buenas tardes. Atrás quedaron por fin los comicios municipales y su posterior resaca. Ni que decir tiene: todos han ganado, menos usted y yo. Y como estamos algo saturados de política, hoy hablamos de fútbol. En la adscripción obligatoria a unos colores que todo nativo o residente debe adoptar en esta ciudad, por tradición familiar, mi filiación es palangana. Pese a todo, mis sinceros deseos de que el Betis se recupere y vuelva a ser el digno rival de hace dos temporadas, con Lopera o sin él.
Como cronista urbano, salí hace un par de semanas a festejar el primero de los grandes triunfos de esta temporada: bicampeones de la UEFA en dos años consecutivos, algo sólo reservado a los grandes, y deseando volver una vez más a festejar la primera Copa del Rey sevillista, o la Liga.
Esperando acontecimientos, inmersos estamos en el recuerdo del brillante paseo por el río en catamarán de toda la plantilla. Una sofocante tarde de mayo, como una gesta épica guerrera, la ciudad tiñó las dos orillas del río en rojo y blanco: banderas, estandartes, bufandas, gorras, camisetas, y voces al unísono rendidas ante los libertadores de la ciudad. Ni San Fernando en la toma de Sevilla, ni Felipe II visitando la ciudad lograron tal esplendor y rindieron tal pleitesía a unos colores.
Casi toda Sevilla presenció una puesta de sol rojiblanca, aunque también hubieron suicidas despistados, como mi cuñado, que no se le ocurrió otra cosa que irse a correr a las siete de la tarde por la avenida de Torneo y Marqués del Contadero con una camiseta del Betis. Al ver tantos colores supuestamente hostiles, regresó a casa batiendo con creces su mejor registro. Su única excusa es que no se había enterado por la prensa. Claro que, eso le pasa por comprar El País, donde está más al día de la cría de ganado bovino en Uzbekistán, o del peinado de Beckham, que de lo que pasa en nuestra ciudad.
En fin, todo el festejo a orillas del río y junto al estadio Sánchez Pizjuán quedó muy digno. Quiérase o no, incluso pensando en los detractores, ganar una copa de fútbol es una gran publicidad para la ciudad. No sé qué nos depararán para el próximo trofeo: quizás tengamos que ir a la Plaza de España para ver descender en paracaídas a toda la plantilla sevillista. Por tierra, mar y aire: tantas copas, tantas celebraciones.
Aún con todo, discrepo de varias partes de estos festejos: por un lado, la penosa llegada al ayuntamiento con Monteseirín y todos los alcaldables delante de los jugadores dispuestos a chupar cámara sumándose al carro de los vencedores. Y lo que es aún peor, el ofrecimiento a la patrona de la ciudad de la copa, extraña costumbre muy extendida por nuestra geografía. Miren ustedes, que la Virgen de los Reyes nada tiene que ver con el fútbol, ni el Gran Poder con el Betis. De verdad, con una sentida y privada ofrenda floral de los directivos en la intimidad hubiera sobrado. Las puertas de la catedral se abrieron, y las campanas de la Giralda repicaron bien entrada la noche. Pues que no se queje la iglesia si después adoramos a falsos ídolos de barro.
(emitido en Punto Radio -93.0 FM- Protagonistas Sevilla, el 2 de junio de 2007)
Muy buenas tardes. Atrás quedaron por fin los comicios municipales y su posterior resaca. Ni que decir tiene: todos han ganado, menos usted y yo. Y como estamos algo saturados de política, hoy hablamos de fútbol. En la adscripción obligatoria a unos colores que todo nativo o residente debe adoptar en esta ciudad, por tradición familiar, mi filiación es palangana. Pese a todo, mis sinceros deseos de que el Betis se recupere y vuelva a ser el digno rival de hace dos temporadas, con Lopera o sin él.
Como cronista urbano, salí hace un par de semanas a festejar el primero de los grandes triunfos de esta temporada: bicampeones de la UEFA en dos años consecutivos, algo sólo reservado a los grandes, y deseando volver una vez más a festejar la primera Copa del Rey sevillista, o la Liga.
Esperando acontecimientos, inmersos estamos en el recuerdo del brillante paseo por el río en catamarán de toda la plantilla. Una sofocante tarde de mayo, como una gesta épica guerrera, la ciudad tiñó las dos orillas del río en rojo y blanco: banderas, estandartes, bufandas, gorras, camisetas, y voces al unísono rendidas ante los libertadores de la ciudad. Ni San Fernando en la toma de Sevilla, ni Felipe II visitando la ciudad lograron tal esplendor y rindieron tal pleitesía a unos colores.
Casi toda Sevilla presenció una puesta de sol rojiblanca, aunque también hubieron suicidas despistados, como mi cuñado, que no se le ocurrió otra cosa que irse a correr a las siete de la tarde por la avenida de Torneo y Marqués del Contadero con una camiseta del Betis. Al ver tantos colores supuestamente hostiles, regresó a casa batiendo con creces su mejor registro. Su única excusa es que no se había enterado por la prensa. Claro que, eso le pasa por comprar El País, donde está más al día de la cría de ganado bovino en Uzbekistán, o del peinado de Beckham, que de lo que pasa en nuestra ciudad.
En fin, todo el festejo a orillas del río y junto al estadio Sánchez Pizjuán quedó muy digno. Quiérase o no, incluso pensando en los detractores, ganar una copa de fútbol es una gran publicidad para la ciudad. No sé qué nos depararán para el próximo trofeo: quizás tengamos que ir a la Plaza de España para ver descender en paracaídas a toda la plantilla sevillista. Por tierra, mar y aire: tantas copas, tantas celebraciones.
Aún con todo, discrepo de varias partes de estos festejos: por un lado, la penosa llegada al ayuntamiento con Monteseirín y todos los alcaldables delante de los jugadores dispuestos a chupar cámara sumándose al carro de los vencedores. Y lo que es aún peor, el ofrecimiento a la patrona de la ciudad de la copa, extraña costumbre muy extendida por nuestra geografía. Miren ustedes, que la Virgen de los Reyes nada tiene que ver con el fútbol, ni el Gran Poder con el Betis. De verdad, con una sentida y privada ofrenda floral de los directivos en la intimidad hubiera sobrado. Las puertas de la catedral se abrieron, y las campanas de la Giralda repicaron bien entrada la noche. Pues que no se queje la iglesia si después adoramos a falsos ídolos de barro.
48. BARES
(emitido en Punto Radio -93.0 FM -Protagonistas Sevilla, el sábado 26 de mayo de 2007)
Muy buenas y suculentas tardes. Con la llegada del buen tiempo, los bares de nuestra ciudad se pueblan de veladores, así que hoy estamos dispuestos a levantar el apetito con nuestro paseo semanal, o tal vez quitárselo, según se mire, porque vamos a iniciar un paseo crítico por la hostelería hispalense.
Dejemos a un lado la equiparación de un euro con cien pesetas, que en pocos años acabó imponiéndose. Pero aún con este robo, no han conseguido acabar con nuestras costumbres: en mayo, en Sevilla, florecen las plantas, renace la alergia y ocupamos los veladores de la institución patria hispalense: los bares.
Para comenzar, y ya que no me dejan inspeccionar la cocina, al llegar a un bar, lo primero que hago es entrar en los servicios. Afortunadamente, hemos mejorado mucho en higiene en los últimos tiempos.
Me sigue llamando la atención que admitamos cierto extraño tipismo consistente en no tener carta de tapas. Por muy supuestamente gracioso que resulte escuchar de viva voz la lista de tapas del lugar, costumbre en retroceso, nada justifica no contar, a su vez, con una carta con sus precios actualizados, ni ocultar éstos con micropegatinas en temporada alta.
Ésta también es una costumbre preocupante: reducir la calidad con la excusa de hacer el agosto; en Sevilla, más bien, el abril. Casos prácticos: mesón en la calle San Esteban, famoso por sus migas con chorizo, y trocitos de panceta. Semana Santa, y siendo cliente habitual, pido una ración de las mismas, y allí que me estampan las increíbles migas de pan seco con tropezones de pan seco, y la excusa de que es Semana Santa.
Mas casos: abacería remozada en la Puerta Osario; pedimos unos montaditos de chorizo picante y roquefor, y nos los sirven en frío, porque es temporada alta, y no pueden poner la plancha, como usted comprenderá. Pues no, ni comprendo ni pago, si no se me advierte del detalle, como tampoco hubiera comido un plato de lentejas frías.
Otra costumbre muy arraigada: mantener el mismo precio y reducir la cantidad, es engañar al cliente. Ejemplo: bodegón conocido por sus huevos estrellados con jamón: tres veces menos cantidad que hace un año en los platos, y raciones que pasarían por tapas en otros sitios. Lo mismo sucede con la reciente moda de servir tapas de ensaladilla con artilugios de helados: te plantan dos bolas de ensaladilla sin cucurucho y diez mil picos.
Igual que en el mundo de la moda se están unificando las tallas para crear un estándar, sugiero, que se defina por ley cuántos gramos puede ser considerada algo como tapa, media ración o ración, y así todos sepamos a qué atenernos.
Por otra parte, que no se olvide que Sevilla vive del turismo y los servicios. Con tal cantidad de bares que hay en la ciudad, el mesonero a veces olvida que el cliente siempre tiene la razón, y además paga. Y añado que si no se cuida a la clientela, ésta se acaba perdiendo.
(emitido en Punto Radio -93.0 FM -Protagonistas Sevilla, el sábado 26 de mayo de 2007)
Muy buenas y suculentas tardes. Con la llegada del buen tiempo, los bares de nuestra ciudad se pueblan de veladores, así que hoy estamos dispuestos a levantar el apetito con nuestro paseo semanal, o tal vez quitárselo, según se mire, porque vamos a iniciar un paseo crítico por la hostelería hispalense.
Dejemos a un lado la equiparación de un euro con cien pesetas, que en pocos años acabó imponiéndose. Pero aún con este robo, no han conseguido acabar con nuestras costumbres: en mayo, en Sevilla, florecen las plantas, renace la alergia y ocupamos los veladores de la institución patria hispalense: los bares.
Para comenzar, y ya que no me dejan inspeccionar la cocina, al llegar a un bar, lo primero que hago es entrar en los servicios. Afortunadamente, hemos mejorado mucho en higiene en los últimos tiempos.
Me sigue llamando la atención que admitamos cierto extraño tipismo consistente en no tener carta de tapas. Por muy supuestamente gracioso que resulte escuchar de viva voz la lista de tapas del lugar, costumbre en retroceso, nada justifica no contar, a su vez, con una carta con sus precios actualizados, ni ocultar éstos con micropegatinas en temporada alta.
Ésta también es una costumbre preocupante: reducir la calidad con la excusa de hacer el agosto; en Sevilla, más bien, el abril. Casos prácticos: mesón en la calle San Esteban, famoso por sus migas con chorizo, y trocitos de panceta. Semana Santa, y siendo cliente habitual, pido una ración de las mismas, y allí que me estampan las increíbles migas de pan seco con tropezones de pan seco, y la excusa de que es Semana Santa.
Mas casos: abacería remozada en la Puerta Osario; pedimos unos montaditos de chorizo picante y roquefor, y nos los sirven en frío, porque es temporada alta, y no pueden poner la plancha, como usted comprenderá. Pues no, ni comprendo ni pago, si no se me advierte del detalle, como tampoco hubiera comido un plato de lentejas frías.
Otra costumbre muy arraigada: mantener el mismo precio y reducir la cantidad, es engañar al cliente. Ejemplo: bodegón conocido por sus huevos estrellados con jamón: tres veces menos cantidad que hace un año en los platos, y raciones que pasarían por tapas en otros sitios. Lo mismo sucede con la reciente moda de servir tapas de ensaladilla con artilugios de helados: te plantan dos bolas de ensaladilla sin cucurucho y diez mil picos.
Igual que en el mundo de la moda se están unificando las tallas para crear un estándar, sugiero, que se defina por ley cuántos gramos puede ser considerada algo como tapa, media ración o ración, y así todos sepamos a qué atenernos.
Por otra parte, que no se olvide que Sevilla vive del turismo y los servicios. Con tal cantidad de bares que hay en la ciudad, el mesonero a veces olvida que el cliente siempre tiene la razón, y además paga. Y añado que si no se cuida a la clientela, ésta se acaba perdiendo.
47. CARRILES BICI
(emitido en Punto Radio -93.0 FM- Protagonistas Sevilla, el sábado 19 de mayo de 2007)
Buenas tardes, hoy vamos a cambiar mocasines por zapatillas de deporte y bicicleta con la intención de recorrer la nueva red de carriles bici. Ya hablamos en cierta ocasión sobre el tema refiriéndonos a la utilización electoral de carteles y a lo mal planificada que estaba su construcción. No sabemos qué ha pasado en los tres años anteriores, porque, en esta ciudad, todo se está haciendo este año, e ignoramos cuánto va a costarnos.
Pero lo cortés no quita lo valiente: la obra ya está casi hecha, y pasa por ser espectacular, así que, bien pertrechado con nuestro casco, bici con luz y bocina, comenzamos nuestro paseo por la ciudad. En poco tiempo, observo a varias familias enteras con hijos, algunos trabajadores con corbata y muchos estudiantes. El carril bici es un acierto, pero llegando a la avenida de la Buhaira descubro la virulencia de los detractores; un anciano pasea por la calzada verde armado con su bastón y gritando:
-¡A ver quién me echa de aquí!
Debo desviarme. Cinco minutos después de nuestro excombatiente, tengo que esquivar al público diverso de los bares que tienen veladores a ras de carril bici, y algunos, incluso invadiéndolo. Lo peor, un tortolito abstraído pelando la pava por el móvil; un par de bocinazos bastaron para evitarlo.
Si existe voluntad, para todo hay soluciones, pero ése es el principal problema de los furibundos detractores del carril bici. En Romerijo y otros bares ya han colocado unos separadores metálicos para que puedan aunarse el derecho a pedalear sin humos con el de tomar montaditos y raciones con seguridad.
Con absoluta urgencia e improvisación, ya se ha promulgado una normativa municipal sobre uso y abuso de carriles bici. Ahora, sólo hace falta que nos acostumbremos a su presencia y que seamos capaces de ver sus ventajas. Entre ellas, y por si no fuera poco, cómo le facilitamos el desplazamiento a minusválidos en sillas de ruedas.
Hace más de una década, viajando por Holanda, quedé maravillado con el grado de civismo en relación con los carriles bici. Y ahora que llegan a nuestra ciudad no debemos consentir que los detractores ganen la partida. Por eso, yo los invitaría a todos a alquilarse unas bicis y darse una vuelta por Sevilla, a ver si se relajan un poco. Porque, ¿qué ciudad es la que ellos buscan?, ¿cuál es la herencia que quieren dejar a sus hijos? Pues un todo-terreno que consuma sólo veinte litros a los cien kilómetros con el que ir a comprar el pan al final de la calle, para poder aparcarlo en la esquina taponando la rampa de acceso para minusválidos, como ya aprendieron de verlo hacer a sus mayores. El problema es que, cuando el agujero de la capa de ozono llegue a la altura del Giraldillo, quizás nos exijan responsabilidades.
(emitido en Punto Radio -93.0 FM- Protagonistas Sevilla, el sábado 19 de mayo de 2007)
Buenas tardes, hoy vamos a cambiar mocasines por zapatillas de deporte y bicicleta con la intención de recorrer la nueva red de carriles bici. Ya hablamos en cierta ocasión sobre el tema refiriéndonos a la utilización electoral de carteles y a lo mal planificada que estaba su construcción. No sabemos qué ha pasado en los tres años anteriores, porque, en esta ciudad, todo se está haciendo este año, e ignoramos cuánto va a costarnos.
Pero lo cortés no quita lo valiente: la obra ya está casi hecha, y pasa por ser espectacular, así que, bien pertrechado con nuestro casco, bici con luz y bocina, comenzamos nuestro paseo por la ciudad. En poco tiempo, observo a varias familias enteras con hijos, algunos trabajadores con corbata y muchos estudiantes. El carril bici es un acierto, pero llegando a la avenida de la Buhaira descubro la virulencia de los detractores; un anciano pasea por la calzada verde armado con su bastón y gritando:
-¡A ver quién me echa de aquí!
Debo desviarme. Cinco minutos después de nuestro excombatiente, tengo que esquivar al público diverso de los bares que tienen veladores a ras de carril bici, y algunos, incluso invadiéndolo. Lo peor, un tortolito abstraído pelando la pava por el móvil; un par de bocinazos bastaron para evitarlo.
Si existe voluntad, para todo hay soluciones, pero ése es el principal problema de los furibundos detractores del carril bici. En Romerijo y otros bares ya han colocado unos separadores metálicos para que puedan aunarse el derecho a pedalear sin humos con el de tomar montaditos y raciones con seguridad.
Con absoluta urgencia e improvisación, ya se ha promulgado una normativa municipal sobre uso y abuso de carriles bici. Ahora, sólo hace falta que nos acostumbremos a su presencia y que seamos capaces de ver sus ventajas. Entre ellas, y por si no fuera poco, cómo le facilitamos el desplazamiento a minusválidos en sillas de ruedas.
Hace más de una década, viajando por Holanda, quedé maravillado con el grado de civismo en relación con los carriles bici. Y ahora que llegan a nuestra ciudad no debemos consentir que los detractores ganen la partida. Por eso, yo los invitaría a todos a alquilarse unas bicis y darse una vuelta por Sevilla, a ver si se relajan un poco. Porque, ¿qué ciudad es la que ellos buscan?, ¿cuál es la herencia que quieren dejar a sus hijos? Pues un todo-terreno que consuma sólo veinte litros a los cien kilómetros con el que ir a comprar el pan al final de la calle, para poder aparcarlo en la esquina taponando la rampa de acceso para minusválidos, como ya aprendieron de verlo hacer a sus mayores. El problema es que, cuando el agujero de la capa de ozono llegue a la altura del Giraldillo, quizás nos exijan responsabilidades.
46. LA NUEVA AVENIDA.
(emitido en Punto Radio -93.0 FM-, Protagonistas Sevilla, el sábado 12 de mayo de 2007)
Buenas tardes, hoy paseamos por el nuevo centro peatonal de Sevilla. La ciudad ha rescatado su catedral de la contaminación. Aunque todo es mejorable, demos la bienvenida a la nueva Avenida, recuperando para el futuro un tranvía del pasado. A excepción de los gruesos naranjos, que nada tienen que ver con los antiguos plátanos de Indias eliminados, y las luces indirectas en el suelo –que veamos el tiempo que duran, y esperemos que sea mayor que el de los fluorescentes en la avenida de Torneo- el cambio ha sido espectacular.
Sevilla comienza a tener el centro que se merece. Y si la Avenida luce majestuosa, recuperamos una fuente de Cibeles más próxima en la muy cambiada Puerta de Jerez, o la nueva calle San Fernando, que parece salida de una postal de principios del siglo pasado. Nos permite vivir un sueño de nostalgia por una ciudad que no llegamos a conocer y que ahora rescatamos para el ¿futuro-pasado?
Aún con todo, hay división de opiniones en la ciudad sobre el impacto visual de las catenarias, y si no hubiera sido posible un tranvía más moderno sin estas. Pero es de justicia reconocer el acierto estético en el resultado final de toda la remodelación peatonal del entorno de la Avenida de la Constitución.
Entonces, uno cabría preguntarse por qué tiene tanto miedo el actual gobierno municipal de no revalidar su mandato. Quizás fuese necesaria otro tipo de propaganda que abandonase tantas actuaciones irregulares como la campaña publicitaria de los barrios, las inauguraciones de mercados o carriles bici, con expedientes abiertos por la Junta Electoral.
En Sevilla no hay nada como una buena procesión, y si no, que se lo digan a Fray Carlos Amigo, que va a sacarse de su púrpura manga una para reivindicar a San Fernando en su día. Nuestro Rey Santo se paseará desde la catedral por todo el barrio de Santa Cruz.
Le sugiero a nuestro alcalde que hable con el presidente del Consejo de Hermandades y Cofradías para que le deje durante horas una imagen de algún San José Carpintero. Éste, podría salir en procesión con su correspondiente canastilla, con costaleros, banda de cornetas y tambores, y su representación municipal. Un posible itinerario sería, con salida desde la capilla que el Consejo tiene en la avenida de la Constitución, llegar a la calle San Fernando, rodear la Puerta Jerez, atravesar de nuevo la Avenida hasta la Plaza Nueva y regresar a su templo.
Nada mejor que una procesión para que las sevillanas y sevillanos nos fijemos en lo que ha hecho la coalición gobernante. Lástima que la idea deba tomarla prestada de nuestro cardenal. Pero aún así, esta opción es mucho más efectiva, y seguro que no causa ningún problema a la Junta Electoral Central.
(emitido en Punto Radio -93.0 FM-, Protagonistas Sevilla, el sábado 12 de mayo de 2007)
Buenas tardes, hoy paseamos por el nuevo centro peatonal de Sevilla. La ciudad ha rescatado su catedral de la contaminación. Aunque todo es mejorable, demos la bienvenida a la nueva Avenida, recuperando para el futuro un tranvía del pasado. A excepción de los gruesos naranjos, que nada tienen que ver con los antiguos plátanos de Indias eliminados, y las luces indirectas en el suelo –que veamos el tiempo que duran, y esperemos que sea mayor que el de los fluorescentes en la avenida de Torneo- el cambio ha sido espectacular.
Sevilla comienza a tener el centro que se merece. Y si la Avenida luce majestuosa, recuperamos una fuente de Cibeles más próxima en la muy cambiada Puerta de Jerez, o la nueva calle San Fernando, que parece salida de una postal de principios del siglo pasado. Nos permite vivir un sueño de nostalgia por una ciudad que no llegamos a conocer y que ahora rescatamos para el ¿futuro-pasado?
Aún con todo, hay división de opiniones en la ciudad sobre el impacto visual de las catenarias, y si no hubiera sido posible un tranvía más moderno sin estas. Pero es de justicia reconocer el acierto estético en el resultado final de toda la remodelación peatonal del entorno de la Avenida de la Constitución.
Entonces, uno cabría preguntarse por qué tiene tanto miedo el actual gobierno municipal de no revalidar su mandato. Quizás fuese necesaria otro tipo de propaganda que abandonase tantas actuaciones irregulares como la campaña publicitaria de los barrios, las inauguraciones de mercados o carriles bici, con expedientes abiertos por la Junta Electoral.
En Sevilla no hay nada como una buena procesión, y si no, que se lo digan a Fray Carlos Amigo, que va a sacarse de su púrpura manga una para reivindicar a San Fernando en su día. Nuestro Rey Santo se paseará desde la catedral por todo el barrio de Santa Cruz.
Le sugiero a nuestro alcalde que hable con el presidente del Consejo de Hermandades y Cofradías para que le deje durante horas una imagen de algún San José Carpintero. Éste, podría salir en procesión con su correspondiente canastilla, con costaleros, banda de cornetas y tambores, y su representación municipal. Un posible itinerario sería, con salida desde la capilla que el Consejo tiene en la avenida de la Constitución, llegar a la calle San Fernando, rodear la Puerta Jerez, atravesar de nuevo la Avenida hasta la Plaza Nueva y regresar a su templo.
Nada mejor que una procesión para que las sevillanas y sevillanos nos fijemos en lo que ha hecho la coalición gobernante. Lástima que la idea deba tomarla prestada de nuestro cardenal. Pero aún así, esta opción es mucho más efectiva, y seguro que no causa ningún problema a la Junta Electoral Central.
45. ANIMALES.
(emitido en Punto Radio -93.0 FM-, Protagonistas Sevilla, el sábado 5 de mayo de 2007)
Muy buenas tardes, estamos en plena temporada de ferias y romerías, así que hoy queremos homenajear a los animales que forman parte de nuestras celebraciones.
Por supuesto, la inmensa mayoría de los mulos y caballos que vimos por el Real estaban muy bien cuidados. Pero desde aquí, quiero hacerme eco de esos pocos animales de dos patas que enganchan a un mulo en un carruaje deficiente, y lo llenan con doce animales de dos patas, ebrios de manzanilla, con ganas de pasear por la feria, y que no les importan los latigazos del animal cochero para que el mulo pueda tirar del carruaje, que, apenas consigue avanzar.
La noble mirada de un caballo bien cuidado por su jinete, nada tiene que ver con la infinita tristeza de los ponis de la calle del Infierno, completamente sordos por el ruido que soportan durante horas, desde que los atan a dar vueltas en círculo para que los pequeñines se suban en ellos.
Y sobre otros animales como leones o tigres, qué necesidad hay de tener encerradas a decenas de fieras de por vida en jaulas rodantes para, supuestamente divertir a los niños en caducos espectáculos de circo.
Tampoco voy a mencionar ahora la llamada fiesta de los toros. Dejemos aparcado ese tema concediéndole el beneficio de la duda por sus supuestos valores culturales y artísticos. Pero los toros embolaos, ensogaos, con antorchas en sus cuernos, que los mozos maltratan hasta su muerte, ¿también son espectáculos artísticos, o simple barbarie consentida por la Concejalía de Cultura correspondiente con fondos públicos?
Seguimos con algunas torturas ilegales, como las peleas de gallos, éstas, en retroceso afortunadamente: ahora, por ciertos barrios como Las 3000 viviendas, se sueltan en un descampado a dos pitbulls para que se maten entre ellos. Y qué decir de la suerte de tantos galgos famélicos que deambulan como apestados por las calles de nuestros pueblos al final de la temporada de caza, cuando no, son torturados o ahorcados.
Nadie dice que en otros países civilizados no ocurran otras salvajadas, como la caza canadiense de bebés focas a garrotazos para controlar su población, y de paso, comerciar con sus pieles. Pero también en Gran Bretaña, han conseguido prohibir la caza del zorro, y no ha pasado nada.
Por suerte, nuestro país está a la cabeza en los derechos civiles de algunos colectivos discriminados tradicionalmente, como los homosexuales, y con leyes que intentan promover la igualdad entre hombre y mujer. Pero en cuestión de protección del medio ambiente o en respeto a los animales, vamos en el furgón de cola y a mucha distancia de la Europa a la que se supone pertenecemos.
(emitido en Punto Radio -93.0 FM-, Protagonistas Sevilla, el sábado 5 de mayo de 2007)
Muy buenas tardes, estamos en plena temporada de ferias y romerías, así que hoy queremos homenajear a los animales que forman parte de nuestras celebraciones.
Por supuesto, la inmensa mayoría de los mulos y caballos que vimos por el Real estaban muy bien cuidados. Pero desde aquí, quiero hacerme eco de esos pocos animales de dos patas que enganchan a un mulo en un carruaje deficiente, y lo llenan con doce animales de dos patas, ebrios de manzanilla, con ganas de pasear por la feria, y que no les importan los latigazos del animal cochero para que el mulo pueda tirar del carruaje, que, apenas consigue avanzar.
La noble mirada de un caballo bien cuidado por su jinete, nada tiene que ver con la infinita tristeza de los ponis de la calle del Infierno, completamente sordos por el ruido que soportan durante horas, desde que los atan a dar vueltas en círculo para que los pequeñines se suban en ellos.
Y sobre otros animales como leones o tigres, qué necesidad hay de tener encerradas a decenas de fieras de por vida en jaulas rodantes para, supuestamente divertir a los niños en caducos espectáculos de circo.
Tampoco voy a mencionar ahora la llamada fiesta de los toros. Dejemos aparcado ese tema concediéndole el beneficio de la duda por sus supuestos valores culturales y artísticos. Pero los toros embolaos, ensogaos, con antorchas en sus cuernos, que los mozos maltratan hasta su muerte, ¿también son espectáculos artísticos, o simple barbarie consentida por la Concejalía de Cultura correspondiente con fondos públicos?
Seguimos con algunas torturas ilegales, como las peleas de gallos, éstas, en retroceso afortunadamente: ahora, por ciertos barrios como Las 3000 viviendas, se sueltan en un descampado a dos pitbulls para que se maten entre ellos. Y qué decir de la suerte de tantos galgos famélicos que deambulan como apestados por las calles de nuestros pueblos al final de la temporada de caza, cuando no, son torturados o ahorcados.
Nadie dice que en otros países civilizados no ocurran otras salvajadas, como la caza canadiense de bebés focas a garrotazos para controlar su población, y de paso, comerciar con sus pieles. Pero también en Gran Bretaña, han conseguido prohibir la caza del zorro, y no ha pasado nada.
Por suerte, nuestro país está a la cabeza en los derechos civiles de algunos colectivos discriminados tradicionalmente, como los homosexuales, y con leyes que intentan promover la igualdad entre hombre y mujer. Pero en cuestión de protección del medio ambiente o en respeto a los animales, vamos en el furgón de cola y a mucha distancia de la Europa a la que se supone pertenecemos.
44. FERIA … ¿DE SEVILLA?
(emitido en Punto Radio -93.0 FM- , Protagonistas Sevilla el sábado 21 de abril de 2007
Buenas tardes de preferia. Ya estamos en la caseta colocando los últimos farolillos, y esta noche, sumándonos a la costumbre de anticiparlo todo para evitar la masificación, ya tenemos el pescaíto. Será cuestión de adaptarse, ya se sabe: evolucionar o extinguirse. No obstante, ésta es una fiesta autóctona de claras raíces sevillanas, ¿o no?
Pues veamos: de aquí a poco se inicia la feria de Abril de Sevilla, y este año 2007, patrocinada por El Corte Inglés. Pronto llegará el alumbrao del Real y la Portada, inspirada en la Giralda. Nosecuántas miles de bombillas se encenderán al compás de la autoridad municipal. La electricidad, como siempre, la brindará una compañía de luz muy castiza: Endesa, futura Eon, Ener, o lo que sea, y anterior Compañía Sevillana de Electricidad. Y con cada nueva fusión hay más cortes de luz y menos efectividad.
Primero refrescaremos el gañote con una Cruzcampo, esa sí es de la tierra. Pues no, tampoco, porque la marca la absorbió Heineken, con sede en Holanda. Encima, el evento lo inventaron un catalán y un vasco.
Menos mal que las friturillas de pescao y el jamón proceden de zonas cercanas: las primeras, de las costas de Huelva y Cádiz, y el jamón, mejor no preguntar: del súper de al lado.
Pasamos al vino, y como nuestro delegado de fiestas mayores ha dicho, y se ha quedado tan pancho, que se puede hacer botellona en la feria porque qué no es la feria sino una gran botellona, pues los chavales poco adictos a la manzanilla, beberán whisky escocés o segoviano. Y yo, más clásico, optaré por Sanlúcar; eso sí, como hace calor, pediré una jarra de rebujito: manzanilla con Seven Up, o sea, gaseosa norteamericana.
Y a media tarde, un descanso en algún bar de los Remedios. Con un poco de suerte, me servirán un café Saimaza de clara raigambre hispalense. Pues tampoco: los tiempos de don Regino Sáinz de la Maza quedan bien lejanos: esta empresa fue absorbida por Kraft Jacob Suchards, con sede ni se sabe dónde.
Ya con cierto puntito, vuelvo a la caseta, me acerco a una bella sevillana morena de pelo rizado y largas pestañas vestida de flamenca. Le pido que baile conmigo y acepta. Y allí que contengo la fatiguita a los sones del perrito de Lopera. Por lo menos me alegra comprobar lo guapa que son las mujeres de esta tierra. Al llegar a la cuarta, mi morena se vuelve y me dice:
-¡Jolines, lo siento! Es que en la cuarta siempre me hago un lío tremendo. Todavía no la hemos aprendido bien en la academia de Madrid.
En fin, qué le vamos a hacer, ¡ojú con la globalización! Y ya un poco más serios, aparte de desear que pasemos una buena feria, también que nos acordemos un poco del mal rato que están pasando nuestros vecinos en la bahía de Cádiz por culpa de la salvaje globalización. Toda nuestra solidaridad con los trabajadores de Delphi.
(emitido en Punto Radio -93.0 FM- , Protagonistas Sevilla el sábado 21 de abril de 2007
Buenas tardes de preferia. Ya estamos en la caseta colocando los últimos farolillos, y esta noche, sumándonos a la costumbre de anticiparlo todo para evitar la masificación, ya tenemos el pescaíto. Será cuestión de adaptarse, ya se sabe: evolucionar o extinguirse. No obstante, ésta es una fiesta autóctona de claras raíces sevillanas, ¿o no?
Pues veamos: de aquí a poco se inicia la feria de Abril de Sevilla, y este año 2007, patrocinada por El Corte Inglés. Pronto llegará el alumbrao del Real y la Portada, inspirada en la Giralda. Nosecuántas miles de bombillas se encenderán al compás de la autoridad municipal. La electricidad, como siempre, la brindará una compañía de luz muy castiza: Endesa, futura Eon, Ener, o lo que sea, y anterior Compañía Sevillana de Electricidad. Y con cada nueva fusión hay más cortes de luz y menos efectividad.
Primero refrescaremos el gañote con una Cruzcampo, esa sí es de la tierra. Pues no, tampoco, porque la marca la absorbió Heineken, con sede en Holanda. Encima, el evento lo inventaron un catalán y un vasco.
Menos mal que las friturillas de pescao y el jamón proceden de zonas cercanas: las primeras, de las costas de Huelva y Cádiz, y el jamón, mejor no preguntar: del súper de al lado.
Pasamos al vino, y como nuestro delegado de fiestas mayores ha dicho, y se ha quedado tan pancho, que se puede hacer botellona en la feria porque qué no es la feria sino una gran botellona, pues los chavales poco adictos a la manzanilla, beberán whisky escocés o segoviano. Y yo, más clásico, optaré por Sanlúcar; eso sí, como hace calor, pediré una jarra de rebujito: manzanilla con Seven Up, o sea, gaseosa norteamericana.
Y a media tarde, un descanso en algún bar de los Remedios. Con un poco de suerte, me servirán un café Saimaza de clara raigambre hispalense. Pues tampoco: los tiempos de don Regino Sáinz de la Maza quedan bien lejanos: esta empresa fue absorbida por Kraft Jacob Suchards, con sede ni se sabe dónde.
Ya con cierto puntito, vuelvo a la caseta, me acerco a una bella sevillana morena de pelo rizado y largas pestañas vestida de flamenca. Le pido que baile conmigo y acepta. Y allí que contengo la fatiguita a los sones del perrito de Lopera. Por lo menos me alegra comprobar lo guapa que son las mujeres de esta tierra. Al llegar a la cuarta, mi morena se vuelve y me dice:
-¡Jolines, lo siento! Es que en la cuarta siempre me hago un lío tremendo. Todavía no la hemos aprendido bien en la academia de Madrid.
En fin, qué le vamos a hacer, ¡ojú con la globalización! Y ya un poco más serios, aparte de desear que pasemos una buena feria, también que nos acordemos un poco del mal rato que están pasando nuestros vecinos en la bahía de Cádiz por culpa de la salvaje globalización. Toda nuestra solidaridad con los trabajadores de Delphi.
43. PABELLONES DEL 29.
(emitido en Punto Radio -93.0 FM-, Protagonistas Sevilla el sábado 14 de abril de 2007)
Buenas y apacibles tardes. Este sábado busco en mis paseos la calma perdida tras el ajetreo de nuestras fiestas mayores. Aún queda la segunda parte, y antes de que lleguen los días de fino y claveles, me dispongo a callejear por los territorios de la primera exposición de Sevilla: la iberoamericana de 1929.
El teatro Lope de Vega luce esplendoroso junto a pabellones de diverso uso. Predomina entre semana el público universitario por la cercana presencia de varias facultades en la antigua Fábrica de Tabacos, y el pabellón de Chile, se transforma en un gigantesco gimnasio donde descargar adrenalina entre toma de apuntes y parciales.
El pabellón de Estados Unidos y el Costurero de la Reina, nos situarán en la avenida de la Palmera, donde podremos seguir el curioso rastro de esta exposición.
Termino mi caminar en la Biblioteca Pública Infanta Elena, un auténtico remanso de paz y cultura. En la sala de lectura ojeo la prensa local; por lo visto, la baronesa Tita Cervera anda buscando abrir nuevas sedes para su museo Thyssen. Nuestro alcalde, inmediatamente se ha acordado de la duquesa de Alba para intentar convencerla, ofreciéndole varios pabellones del 29 para que escoja. Aparte, piensa invitarla en la feria a tomar manzanilla en la caseta municipal. La historia, con todos los valores culturales que pueda tener la adquisición, me retrae a otros tiempos: los de cualquier época en nuestra ciudad del servilismo del poder civil ante la nobleza.
Ni entiendo la invitación de Monteseirín, ni por qué Manuel Chaves nombró Hija Predilecta de Andalucía a Cayetana. La única lógica que encuentro es que ambos tienen rango nobiliario: una es duquesa de Alba, y el otro, barón del PSOE.
Y es que, si escarbamos en mucho progre auténtico aferrado al poder, veréis cuánto sabe de ropa de marca, nueva cocina, añadas de vino, inversiones en bolsa, pero sobre todo, en cómo codearse con la hidalguía hispalense.
Si Carmen Cervera quiere dejar parte de su colección en Sevilla, pues estupendo, que lo haga sin tantos aspavientos ni rendivús municipales: bienvenida sea a la ciudad que alberga la segunda pinacoteca de España.
Y ya que estoy en esta mágica biblioteca, recuerdo cierta cita de El Gatopardo, magistral novela de Lampedusa, llevada con igual acierto al cine por Visconti:
El noble siciliano, escandalizado, observa cómo irrumpen en su mansión las tropas revolucionarias garibaldinas, al mando de su sobrino. Éste consuela a su tío:
-No tienes por qué preocuparte, tío. Si queremos que todo siga igual, es preciso que todo cambie.
Que tengan ustedes buena tarde.
(emitido en Punto Radio -93.0 FM-, Protagonistas Sevilla el sábado 14 de abril de 2007)
Buenas y apacibles tardes. Este sábado busco en mis paseos la calma perdida tras el ajetreo de nuestras fiestas mayores. Aún queda la segunda parte, y antes de que lleguen los días de fino y claveles, me dispongo a callejear por los territorios de la primera exposición de Sevilla: la iberoamericana de 1929.
El teatro Lope de Vega luce esplendoroso junto a pabellones de diverso uso. Predomina entre semana el público universitario por la cercana presencia de varias facultades en la antigua Fábrica de Tabacos, y el pabellón de Chile, se transforma en un gigantesco gimnasio donde descargar adrenalina entre toma de apuntes y parciales.
El pabellón de Estados Unidos y el Costurero de la Reina, nos situarán en la avenida de la Palmera, donde podremos seguir el curioso rastro de esta exposición.
Termino mi caminar en la Biblioteca Pública Infanta Elena, un auténtico remanso de paz y cultura. En la sala de lectura ojeo la prensa local; por lo visto, la baronesa Tita Cervera anda buscando abrir nuevas sedes para su museo Thyssen. Nuestro alcalde, inmediatamente se ha acordado de la duquesa de Alba para intentar convencerla, ofreciéndole varios pabellones del 29 para que escoja. Aparte, piensa invitarla en la feria a tomar manzanilla en la caseta municipal. La historia, con todos los valores culturales que pueda tener la adquisición, me retrae a otros tiempos: los de cualquier época en nuestra ciudad del servilismo del poder civil ante la nobleza.
Ni entiendo la invitación de Monteseirín, ni por qué Manuel Chaves nombró Hija Predilecta de Andalucía a Cayetana. La única lógica que encuentro es que ambos tienen rango nobiliario: una es duquesa de Alba, y el otro, barón del PSOE.
Y es que, si escarbamos en mucho progre auténtico aferrado al poder, veréis cuánto sabe de ropa de marca, nueva cocina, añadas de vino, inversiones en bolsa, pero sobre todo, en cómo codearse con la hidalguía hispalense.
Si Carmen Cervera quiere dejar parte de su colección en Sevilla, pues estupendo, que lo haga sin tantos aspavientos ni rendivús municipales: bienvenida sea a la ciudad que alberga la segunda pinacoteca de España.
Y ya que estoy en esta mágica biblioteca, recuerdo cierta cita de El Gatopardo, magistral novela de Lampedusa, llevada con igual acierto al cine por Visconti:
El noble siciliano, escandalizado, observa cómo irrumpen en su mansión las tropas revolucionarias garibaldinas, al mando de su sobrino. Éste consuela a su tío:
-No tienes por qué preocuparte, tío. Si queremos que todo siga igual, es preciso que todo cambie.
Que tengan ustedes buena tarde.
domingo, 3 de junio de 2007
42. YA ESTÁ AQUÍ
(emitido en Punto Radio -93.0 FM-, Protagonistas Sevilla, el 24 de marzo de 2007)
Buenas tardes, se aproximan días de gloria: en una semana y horas, comienza un nuevo año en Sevilla, tiempo que nos falta para que llegue el Domingo de Ramos. El Caminante se reconoce tonto de capirote, así que ayer por la tarde ya se encontraba en la Puerta Carmona haciendo cola en El rincón del nazareno para recoger un nuevo artilugio cónico. El olor a pollo asado se mezcla con el del humo del tráfico. Llegó mi turno, y una vez probado el cucurucho sobre mi perímetro craneal, abandonamos con dificultad este minúsculo local.
Cruzamos la acera para tomar un café con leche en el bar Antiguas Piletas. Radio con marchas a todo volumen, barra con incensario de barro quemando aromas cofrades, y un camarero-costalero rellenando la máquina de café a ritmo de marcha de palio: toca mecerla. Colgado de un pilar, un marco con el relieve del arco ojival de San Esteban. Bajo éste, una pequeña placa de cerámica que reza: FALTAN 11 DÍAS PARA EL MARTES SANTO. Llega un parroquiano:
-¡Ojú, ya estamos otra vez! Pero, bueno, niño, ¿tú no te cansas?
-¡Esto es lo que hay!, ¿qué va a ser?
-Pues un cortao, y ten cuidao, a ver si en vez de azúcar me vas a echar incienso.
Sonrío, termino mi café y prosigo mi caminar hacia la iglesia de San Ildefonso. Ocupo mi lugar en una gigantesca cola que llega hasta la calle Boteros. Desconocía este impresionante rito: todos los viernes de marzo muchos paisanos, sobre todo mujeres, acuden a rezar ante la imagen del Cautivo, un Cristo con largas melenas de pelo natural alejado de los cánones estéticos sevillanos.
Regreso a casa sin poder pensar en otra cosa que no sea el Domingo de Ramos, el estreno del Carmen Doloroso el Miércoles Santo, para cuándo iré en el tramo previo a mi Cristo, en qué rincón tras la catedral llegará el avituallamiento, o si la virgen de los Gitanos dejará por fin de llevar el manto marrón, ése que patrocina la Casa de Alba con un bordado gigantesco de su escudo nobiliario fuera de lugar, como si María Santísima de las Angustias fuese vasalla de la más rancia nobleza hispalense.
En fin, salvo estos detalles al Caminante le cuesta mucho trabajo criticar lo que ama profundamente. Y en otro orden de cosas, ojalá copiásemos en nuestra ciudad el modelo de organización en todos los sentidos de nuestra Semana Santa. Pronto van a llegar días de gloria en Sevilla, y disfrutémoslos cada uno a su estilo: huyendo a las playas, o tomando las calles con esa bulla civilizada y serena de los últimos años. Y si hay fútbol el Jueves Santo, pues que haya: nada va a impedirnos disfrutar de la mejor Semana Santa del mundo, por mucho que se empeñe el lobby malagueño de Canal Sur. Y es que, como dice mi amigo Jose:
-Fíjate si soy capillita, que a mí me gustan hasta los pasos de cebra.
Que tengan ustedes felices vísperas.
(emitido en Punto Radio -93.0 FM-, Protagonistas Sevilla, el 24 de marzo de 2007)
Buenas tardes, se aproximan días de gloria: en una semana y horas, comienza un nuevo año en Sevilla, tiempo que nos falta para que llegue el Domingo de Ramos. El Caminante se reconoce tonto de capirote, así que ayer por la tarde ya se encontraba en la Puerta Carmona haciendo cola en El rincón del nazareno para recoger un nuevo artilugio cónico. El olor a pollo asado se mezcla con el del humo del tráfico. Llegó mi turno, y una vez probado el cucurucho sobre mi perímetro craneal, abandonamos con dificultad este minúsculo local.
Cruzamos la acera para tomar un café con leche en el bar Antiguas Piletas. Radio con marchas a todo volumen, barra con incensario de barro quemando aromas cofrades, y un camarero-costalero rellenando la máquina de café a ritmo de marcha de palio: toca mecerla. Colgado de un pilar, un marco con el relieve del arco ojival de San Esteban. Bajo éste, una pequeña placa de cerámica que reza: FALTAN 11 DÍAS PARA EL MARTES SANTO. Llega un parroquiano:
-¡Ojú, ya estamos otra vez! Pero, bueno, niño, ¿tú no te cansas?
-¡Esto es lo que hay!, ¿qué va a ser?
-Pues un cortao, y ten cuidao, a ver si en vez de azúcar me vas a echar incienso.
Sonrío, termino mi café y prosigo mi caminar hacia la iglesia de San Ildefonso. Ocupo mi lugar en una gigantesca cola que llega hasta la calle Boteros. Desconocía este impresionante rito: todos los viernes de marzo muchos paisanos, sobre todo mujeres, acuden a rezar ante la imagen del Cautivo, un Cristo con largas melenas de pelo natural alejado de los cánones estéticos sevillanos.
Regreso a casa sin poder pensar en otra cosa que no sea el Domingo de Ramos, el estreno del Carmen Doloroso el Miércoles Santo, para cuándo iré en el tramo previo a mi Cristo, en qué rincón tras la catedral llegará el avituallamiento, o si la virgen de los Gitanos dejará por fin de llevar el manto marrón, ése que patrocina la Casa de Alba con un bordado gigantesco de su escudo nobiliario fuera de lugar, como si María Santísima de las Angustias fuese vasalla de la más rancia nobleza hispalense.
En fin, salvo estos detalles al Caminante le cuesta mucho trabajo criticar lo que ama profundamente. Y en otro orden de cosas, ojalá copiásemos en nuestra ciudad el modelo de organización en todos los sentidos de nuestra Semana Santa. Pronto van a llegar días de gloria en Sevilla, y disfrutémoslos cada uno a su estilo: huyendo a las playas, o tomando las calles con esa bulla civilizada y serena de los últimos años. Y si hay fútbol el Jueves Santo, pues que haya: nada va a impedirnos disfrutar de la mejor Semana Santa del mundo, por mucho que se empeñe el lobby malagueño de Canal Sur. Y es que, como dice mi amigo Jose:
-Fíjate si soy capillita, que a mí me gustan hasta los pasos de cebra.
Que tengan ustedes felices vísperas.
41.PINTADAS
(emitido en Punto Radio -93.0 FM-, Protagonistas Sevilla, el 17 de marzo de 2007)
Buenas tardes, hoy contamos con una ocasión perfecta para callejear por el centro. Nuestra intención es detenernos en la belleza de sus edificios. Desde la calle Orfila desemboco en José Gestoso. No sé hacia dónde centrar mi vista, porque toda la calle está infestada con pintadas, es decir, grafitis en moderno. El fenómeno llega a ser sangrante: de nada le sirve a los sufridos comerciantes y vecinos de esta ilustre vía borrar los garabatos. Al día siguiente volverán a actuar estos artistas modernos de la incultura amparados en la impunidad municipal.
Si llegamos a la plaza de San Andrés, observaremos cómo se han cargado literalmente la fachada de la iglesia con una pintada que dice:
Por una vivienda digna.
Y me pregunto qué clase de vivienda puede merecer alguien que atenta a sabiendas contra el patrimonio monumental de su ciudad. A escasos metros de esta barbarie, llegamos a la calle Atienza. Preside la acera derecha un gran muro pintado en marrón oscuro. Se pueden contar una treintena de grafitis aún frescos.
Todavía habrá alguien que me acuse de exagerado, y que pida condescendencia con este fenómeno de chavales expresando su creatividad. Por supuesto: en la calle Alhóndiga, en la fachada lateral del bar Ajoblanco, leemos una de estas pintadas, que literalmente dice:
A que jode?
Sinceramente, no sé qué mensaje subliminal subyace en el eslogan de este creativo urbano.
Siguiendo el rastro grafitero, llego al convento de la Hermanitas de la Cruz: otro artista gráfico ha desparramado a brochazos un cubo de pintura negra. Cambiamos de arte. Un músico ha pegado en las tapias de este mismo convento un cartel con la silueta de un guitarrista a tamaño natural anunciando una web que se llama Tocatealgo. com
-¡tócate las pelotas!, con perdón de la feministas.
Y yo, sencillamente no entiendo cómo puede ocurrir esto, cómo ninguna autoridad municipal pone freno a esta degradación que sufre nuestra ciudad.
Cuando no se quiere actuar en un terreno por miedo a perder votos o parecer demasiado autoritario ante cierta juventud –y no tanto-, desembocamos en la impunidad más degradante, hasta que la situación llega a ser tan vergonzosa que no queda más remedio que reconducirla desde sus orígenes. Recuérdese el tema de la movida: más tarde que temprano tuvo que llegar la cordura en forma de Ley Antibotellona.
Urge una Ley antipintadas. Habilítense espacios para los que quieran pintar sin molestar, como ya ocurre con los muros de las obras. Y por otra parte, deténganse in fraganti a todos los salvajes arruinafachadas del bote de spray. Comuníquese a sus padres si son menores, y todos, en sentencias rápidas, o trabajos sociales, o a encalar fachadas hasta que queden como una patena.
Y que todo ello se haga ya, no vaya a ser que Los del Río tengan que cambiar su Sevilla tiene un color especial, añadiéndole una coletilla que diga:
el color de la pintura en spray.
(emitido en Punto Radio -93.0 FM-, Protagonistas Sevilla, el 17 de marzo de 2007)
Buenas tardes, hoy contamos con una ocasión perfecta para callejear por el centro. Nuestra intención es detenernos en la belleza de sus edificios. Desde la calle Orfila desemboco en José Gestoso. No sé hacia dónde centrar mi vista, porque toda la calle está infestada con pintadas, es decir, grafitis en moderno. El fenómeno llega a ser sangrante: de nada le sirve a los sufridos comerciantes y vecinos de esta ilustre vía borrar los garabatos. Al día siguiente volverán a actuar estos artistas modernos de la incultura amparados en la impunidad municipal.
Si llegamos a la plaza de San Andrés, observaremos cómo se han cargado literalmente la fachada de la iglesia con una pintada que dice:
Por una vivienda digna.
Y me pregunto qué clase de vivienda puede merecer alguien que atenta a sabiendas contra el patrimonio monumental de su ciudad. A escasos metros de esta barbarie, llegamos a la calle Atienza. Preside la acera derecha un gran muro pintado en marrón oscuro. Se pueden contar una treintena de grafitis aún frescos.
Todavía habrá alguien que me acuse de exagerado, y que pida condescendencia con este fenómeno de chavales expresando su creatividad. Por supuesto: en la calle Alhóndiga, en la fachada lateral del bar Ajoblanco, leemos una de estas pintadas, que literalmente dice:
A que jode?
Sinceramente, no sé qué mensaje subliminal subyace en el eslogan de este creativo urbano.
Siguiendo el rastro grafitero, llego al convento de la Hermanitas de la Cruz: otro artista gráfico ha desparramado a brochazos un cubo de pintura negra. Cambiamos de arte. Un músico ha pegado en las tapias de este mismo convento un cartel con la silueta de un guitarrista a tamaño natural anunciando una web que se llama Tocatealgo. com
-¡tócate las pelotas!, con perdón de la feministas.
Y yo, sencillamente no entiendo cómo puede ocurrir esto, cómo ninguna autoridad municipal pone freno a esta degradación que sufre nuestra ciudad.
Cuando no se quiere actuar en un terreno por miedo a perder votos o parecer demasiado autoritario ante cierta juventud –y no tanto-, desembocamos en la impunidad más degradante, hasta que la situación llega a ser tan vergonzosa que no queda más remedio que reconducirla desde sus orígenes. Recuérdese el tema de la movida: más tarde que temprano tuvo que llegar la cordura en forma de Ley Antibotellona.
Urge una Ley antipintadas. Habilítense espacios para los que quieran pintar sin molestar, como ya ocurre con los muros de las obras. Y por otra parte, deténganse in fraganti a todos los salvajes arruinafachadas del bote de spray. Comuníquese a sus padres si son menores, y todos, en sentencias rápidas, o trabajos sociales, o a encalar fachadas hasta que queden como una patena.
Y que todo ello se haga ya, no vaya a ser que Los del Río tengan que cambiar su Sevilla tiene un color especial, añadiéndole una coletilla que diga:
el color de la pintura en spray.
40. DESDE EL ALJARAFE.
(emitido e Punto Radio -93.0 FM-, Protagonistas Sevilla, el sábado 10 de marzo de 2007)
Buenas tardes. Esta semana El Caminante ha abandonado su tradicional discurrir a pie de mocasines por las aceras de nuestra ciudad. Necesidad y distancia me obligan a ponerme manos al volante para recorrer motorizado esa maravilla del estrés, los atascos y la palabra soez que es nuestra ronda de circunvalación conocida como Ese-30. Acudimos a la llamada de socorro de un amigo, que se queja con razón porque desde que se mudó a un adosado en El Aljarafe no nos vemos nunca.
Acaba de empezar el fin de semana, y aún así, conocedor de mis miedos y fobias, que es lo mismo pero en jerga de psicólogo, me preparo adecuadamente para la ocasión. Tarde de viernes, comida ligera y siesta. Antes de coger las llaves del coche, leo un rato una revista del corazón para vaciar mi mente. Tras una tila bien caliente, me reclino en el sofá y coloco en el equipo el cedé del curso de paz interior y relajación impartido por el famoso yogui Maharabubu. Ya estamos preparados para afrontar tan dura prueba.
Arrancamos nuestro coche, convencido de que nada va a conseguir alterarme. Ya hemos alcanzado la Ese-30: un turismo me acaba de adelantar por la derecha deslumbrándome con la luz larga, un camión hace lo mismo por la izquierda, encima me pita; casi me como una moto salida de quién-sabe-dónde.
Tras un primer y leve improperio, mi autocontrol comienza a hacer aguas. Compruebo la velocidad de mi coche y se aproxima a los límites marcados en las señales. Observo por el retrovisor a un tipejo hablando por el móvil mientras el pulso se me acelera. A la altura de la tercera incorporación, la tila, la siesta, el cedé de relajación son un lejano y molesto recuerdo: llevo acumulados tres bocinazos y siete tacos.
Encima, me he perdido dos veces entre pueblos circulares, rotondas y centros comerciales. Por fin llego al adosado de mi amigo, incapaz de saber si estoy en Camas, Gines, Castilleja o Bormujos, y recordando tiempos pasados donde cada uno de estos bellos pueblos tenían unos límites precisos. Mi amigo se ríe:
-Pues esto no es nada comparado con el calvario que pasamos todas las mañanas para ir a trabajar a Sevilla: retenciones kilométricas día sí y día también.
El área metropolitana de Sevilla lleva lustros reclamando unas infraestructuras imprescindibles: Ese-40, nuevo puente o lo que sea. Ni la capital de Andalucía ni El Aljarafe se merecen la falta de inversiones por parte de la Junta y el gobierno central en nuestra provincia, que figuran a la cola de todo el Estado. Y, ojo, porque un juez ya ha condenado a la Junta como responsable por no haber hecho sus deberes en forma de mejoras viarias. Dos estatutos de autonomía y décadas de chavismo no han conseguido atajar el problema.
Me despido tras una nueva taza de tila. Vaya desde aquí nuestro homenaje a esos sufridos habitantes del Aljarafe.
(emitido e Punto Radio -93.0 FM-, Protagonistas Sevilla, el sábado 10 de marzo de 2007)
Buenas tardes. Esta semana El Caminante ha abandonado su tradicional discurrir a pie de mocasines por las aceras de nuestra ciudad. Necesidad y distancia me obligan a ponerme manos al volante para recorrer motorizado esa maravilla del estrés, los atascos y la palabra soez que es nuestra ronda de circunvalación conocida como Ese-30. Acudimos a la llamada de socorro de un amigo, que se queja con razón porque desde que se mudó a un adosado en El Aljarafe no nos vemos nunca.
Acaba de empezar el fin de semana, y aún así, conocedor de mis miedos y fobias, que es lo mismo pero en jerga de psicólogo, me preparo adecuadamente para la ocasión. Tarde de viernes, comida ligera y siesta. Antes de coger las llaves del coche, leo un rato una revista del corazón para vaciar mi mente. Tras una tila bien caliente, me reclino en el sofá y coloco en el equipo el cedé del curso de paz interior y relajación impartido por el famoso yogui Maharabubu. Ya estamos preparados para afrontar tan dura prueba.
Arrancamos nuestro coche, convencido de que nada va a conseguir alterarme. Ya hemos alcanzado la Ese-30: un turismo me acaba de adelantar por la derecha deslumbrándome con la luz larga, un camión hace lo mismo por la izquierda, encima me pita; casi me como una moto salida de quién-sabe-dónde.
Tras un primer y leve improperio, mi autocontrol comienza a hacer aguas. Compruebo la velocidad de mi coche y se aproxima a los límites marcados en las señales. Observo por el retrovisor a un tipejo hablando por el móvil mientras el pulso se me acelera. A la altura de la tercera incorporación, la tila, la siesta, el cedé de relajación son un lejano y molesto recuerdo: llevo acumulados tres bocinazos y siete tacos.
Encima, me he perdido dos veces entre pueblos circulares, rotondas y centros comerciales. Por fin llego al adosado de mi amigo, incapaz de saber si estoy en Camas, Gines, Castilleja o Bormujos, y recordando tiempos pasados donde cada uno de estos bellos pueblos tenían unos límites precisos. Mi amigo se ríe:
-Pues esto no es nada comparado con el calvario que pasamos todas las mañanas para ir a trabajar a Sevilla: retenciones kilométricas día sí y día también.
El área metropolitana de Sevilla lleva lustros reclamando unas infraestructuras imprescindibles: Ese-40, nuevo puente o lo que sea. Ni la capital de Andalucía ni El Aljarafe se merecen la falta de inversiones por parte de la Junta y el gobierno central en nuestra provincia, que figuran a la cola de todo el Estado. Y, ojo, porque un juez ya ha condenado a la Junta como responsable por no haber hecho sus deberes en forma de mejoras viarias. Dos estatutos de autonomía y décadas de chavismo no han conseguido atajar el problema.
Me despido tras una nueva taza de tila. Vaya desde aquí nuestro homenaje a esos sufridos habitantes del Aljarafe.
39. PARQUE Y BUSTOS.
(emitido en Punto Radio -93.0 FM-, Protagonistas Sevilla, el 3 de marzo de 2007)
Muy buenas tardes. No podía ser de otra forma: hoy hablamos del parque de María Luisa, desde esta mágica y singular plaza de España, siempre en eterna restauración. Dejamos a un lado aquello del marco incomparable, la primavera en Sevilla, el beso en el monte Gurugú y comencemos nuestro paseo semanal.
Llegamos a la Glorieta de los Pájaros. Por fin regresaron algunos patos al lugar, y vemos mucha gente joven paseando, con niños. También, un carrito rebosante de chucherías, con sus bolsas de altramuces, gusanitos y otras exquisiteces para la infancia. Lo regenta un señor mayor de gesto serio y trato exquisito. De uno de los extremos de su negocio cuelga un viejo transistor del que asoma un alambre retorcido haciendo la función de antena. Nuestro hombre ríe escuchando El Jardín de los Bonsáis. Se respira un aire limpio, mucha tranquilidad.
Continuamos sin rumbo fijo nuestro paseo entre bicicletas, jubilados, turistas y sobre todo, árboles orgullosos y tranquilos, sabedores de que en este espacio es muy difícil que llegue algún técnico municipal que los declare enfermos o molestos para la repavimentación de una calle con un nuevo acerado.
Dos sobrios bancos recubiertos por azulejos azules enmarcan el busto de Dante Alighieri en su glorieta. Invitan a sentarme en ellos. Sigo observando gente sencilla que pasea en paz. Acaban de pasar dos muchachos montados en bicicleta, cada uno lleva una camiseta de uno de los dos clubes de fútbol de nuestra ciudad. Charlan afablemente.
Me acerco al busto de Dante. Reflexiono sobre la utilidad de éstos. Hay bustos que los erige el pueblo en recuerdo de celebridades: son expuestos a perpetuidad en el más bello rincón de una villa, para que conste el respeto y admiración que siente el pueblo hacia estas celebridades. Muy cerca de aquí, en el centro de su monumento se encuentra el que Sevilla brindó a su más insigne poeta: Gustavo Adolfo Bécquer.
Otros bustos, en cambio, son erigidos por mecenas para perpetuar su poder o megalomanía. Incluso, a veces se convierten en armas de combate, donde ciertos personajes que representan las más altas esferas del poder de dignísimas entidades - dígase clubes de fútbol- se enzarzan en vendettas sin saber que por el liderazgo que ejercen en la sociedad, pueden influir en algunos salvajes aún más descerebrados que ellos. Al infierno de Dante Alighieri mandaba yo directamente a las directivas de los dos clubes de esta ciudad sin distinción, que dimitan de todos sus cargos y que no aparezcan más por ningún campo de fútbol.
Continúo mi caminar por este lugar único como la inmensa mayoría de mis paisanos: gente sencilla que pasea, vive y siente esta ciudad en paz.
(emitido en Punto Radio -93.0 FM-, Protagonistas Sevilla, el 3 de marzo de 2007)
Muy buenas tardes. No podía ser de otra forma: hoy hablamos del parque de María Luisa, desde esta mágica y singular plaza de España, siempre en eterna restauración. Dejamos a un lado aquello del marco incomparable, la primavera en Sevilla, el beso en el monte Gurugú y comencemos nuestro paseo semanal.
Llegamos a la Glorieta de los Pájaros. Por fin regresaron algunos patos al lugar, y vemos mucha gente joven paseando, con niños. También, un carrito rebosante de chucherías, con sus bolsas de altramuces, gusanitos y otras exquisiteces para la infancia. Lo regenta un señor mayor de gesto serio y trato exquisito. De uno de los extremos de su negocio cuelga un viejo transistor del que asoma un alambre retorcido haciendo la función de antena. Nuestro hombre ríe escuchando El Jardín de los Bonsáis. Se respira un aire limpio, mucha tranquilidad.
Continuamos sin rumbo fijo nuestro paseo entre bicicletas, jubilados, turistas y sobre todo, árboles orgullosos y tranquilos, sabedores de que en este espacio es muy difícil que llegue algún técnico municipal que los declare enfermos o molestos para la repavimentación de una calle con un nuevo acerado.
Dos sobrios bancos recubiertos por azulejos azules enmarcan el busto de Dante Alighieri en su glorieta. Invitan a sentarme en ellos. Sigo observando gente sencilla que pasea en paz. Acaban de pasar dos muchachos montados en bicicleta, cada uno lleva una camiseta de uno de los dos clubes de fútbol de nuestra ciudad. Charlan afablemente.
Me acerco al busto de Dante. Reflexiono sobre la utilidad de éstos. Hay bustos que los erige el pueblo en recuerdo de celebridades: son expuestos a perpetuidad en el más bello rincón de una villa, para que conste el respeto y admiración que siente el pueblo hacia estas celebridades. Muy cerca de aquí, en el centro de su monumento se encuentra el que Sevilla brindó a su más insigne poeta: Gustavo Adolfo Bécquer.
Otros bustos, en cambio, son erigidos por mecenas para perpetuar su poder o megalomanía. Incluso, a veces se convierten en armas de combate, donde ciertos personajes que representan las más altas esferas del poder de dignísimas entidades - dígase clubes de fútbol- se enzarzan en vendettas sin saber que por el liderazgo que ejercen en la sociedad, pueden influir en algunos salvajes aún más descerebrados que ellos. Al infierno de Dante Alighieri mandaba yo directamente a las directivas de los dos clubes de esta ciudad sin distinción, que dimitan de todos sus cargos y que no aparezcan más por ningún campo de fútbol.
Continúo mi caminar por este lugar único como la inmensa mayoría de mis paisanos: gente sencilla que pasea, vive y siente esta ciudad en paz.
38. PAJARITOS
(emitido en Punto Radio -93.0 FM-, Protagonistas Sevilla el sábado 24 de febrero de 2007)
Buenas tardes, concluimos nuestro paseo en un barrio tradicional de nombre algo kitch. Cruzando la Ronda del Tamarguillo, soterrado arroyo de pretéritas riadas en otros tiempos, nos encontramos con Los Pajaritos, barriada que sobrevive pese a tan decadente y cursi nombre. Bloques de pisos bajos, y mucha vida tras sus aceras, fachadas con grafittis y recios naranjos. Si en décadas pretéritas, en un andurrear sereno entre sus calles uno podía escuchar canarios de fondo tras la cocina o un aparato de radio con aires flamencos, hoy el ensordecedor estruendo del hip-hop lo invade todo: bajos brutales, letras bien construidas y reivindicativas para un barrio de una juventud orgullosa e insolente que nos recuerda cómo de entre sus calles salió Haze, el rapero de Los Pajaritos. El hip- hop es una música para no tomar en absoluto en broma, una subcultura urbana que se ha instalado con fuerza en nuestra ciudad con avezados letristas y muchos cazatalentos de discográficas que bajan a Sevilla en busca de nuevos valores como Haze o La Mala.
Dejando a un lado los gustos musicales de cada cual, termino mi paseo en un bar a la sombra de uno de los escasos vestigios de los Caños de Carmona que aún sobreviven en nuestra villa, afeado con incívicas pintadas que le restan parte de su esplendor. Con intermitencia escucho grandes dosis de ruido salir de entre motores de coches tuneados, con las ventanillas abiertas y la omnipresente banda sonora del barrio: el hip-hop. Acaba de pasar un BMW azul cobalto con alerones y pintura simulando potentes llamaradas anaranjadas por todos lo bajos del vehículo. Dos cabezas peladas asoman en el habitáculo del coche: entre humos de gruesos cigarros gritan un estribillo que habla de miseria y explotación y siguen su rastro ruidoso por toda la ciudad.
Reflexiono sobre la verdad y la mentira: tunear un coche cuesta mucho dinero, y comprar un modelo así, no se lo puede permitir mucha gente; y menos, jóvenes. Si estos chavales exhibicionistas sufren miseria y explotación, ¿cómo podríamos llamar los cuarentones a nuestra juventud de bonobús y paquete de tabaco semanal?
Escarbando entre tanto ruido, lo de siempre: dinero fácil y rápido, lo mismo que mueve a mucha gente en esta ciudad, da igual la edad que se tenga o el sitio donde se resida.
(emitido en Punto Radio -93.0 FM-, Protagonistas Sevilla el sábado 24 de febrero de 2007)
Buenas tardes, concluimos nuestro paseo en un barrio tradicional de nombre algo kitch. Cruzando la Ronda del Tamarguillo, soterrado arroyo de pretéritas riadas en otros tiempos, nos encontramos con Los Pajaritos, barriada que sobrevive pese a tan decadente y cursi nombre. Bloques de pisos bajos, y mucha vida tras sus aceras, fachadas con grafittis y recios naranjos. Si en décadas pretéritas, en un andurrear sereno entre sus calles uno podía escuchar canarios de fondo tras la cocina o un aparato de radio con aires flamencos, hoy el ensordecedor estruendo del hip-hop lo invade todo: bajos brutales, letras bien construidas y reivindicativas para un barrio de una juventud orgullosa e insolente que nos recuerda cómo de entre sus calles salió Haze, el rapero de Los Pajaritos. El hip- hop es una música para no tomar en absoluto en broma, una subcultura urbana que se ha instalado con fuerza en nuestra ciudad con avezados letristas y muchos cazatalentos de discográficas que bajan a Sevilla en busca de nuevos valores como Haze o La Mala.
Dejando a un lado los gustos musicales de cada cual, termino mi paseo en un bar a la sombra de uno de los escasos vestigios de los Caños de Carmona que aún sobreviven en nuestra villa, afeado con incívicas pintadas que le restan parte de su esplendor. Con intermitencia escucho grandes dosis de ruido salir de entre motores de coches tuneados, con las ventanillas abiertas y la omnipresente banda sonora del barrio: el hip-hop. Acaba de pasar un BMW azul cobalto con alerones y pintura simulando potentes llamaradas anaranjadas por todos lo bajos del vehículo. Dos cabezas peladas asoman en el habitáculo del coche: entre humos de gruesos cigarros gritan un estribillo que habla de miseria y explotación y siguen su rastro ruidoso por toda la ciudad.
Reflexiono sobre la verdad y la mentira: tunear un coche cuesta mucho dinero, y comprar un modelo así, no se lo puede permitir mucha gente; y menos, jóvenes. Si estos chavales exhibicionistas sufren miseria y explotación, ¿cómo podríamos llamar los cuarentones a nuestra juventud de bonobús y paquete de tabaco semanal?
Escarbando entre tanto ruido, lo de siempre: dinero fácil y rápido, lo mismo que mueve a mucha gente en esta ciudad, da igual la edad que se tenga o el sitio donde se resida.
37. ALCOSA
(emitido en Punto Radio -93.0-, Protagonistas Sevilla el 17 de febrero de 2007)
Muy buenas tardes. Hoy nuestro discurrir comienza en la periferia. Mucho antes que Paco el Pocero, al Este de Sevilla, ya hubo un constructor en los 60 que planeó una barriada a imagen y semejanza de su tierra valenciana: estamos hablando del Parque Alcosa: todas sus calles rememoran precisos lugares geográficos del Levante. Incluso, la parroquia del barrio está dedicada a Nuestra Señora de los Desamparados, patrona de Valencia.
Domina en el barrio la cercana presencia del aeropuerto. Por ello, al contemplar la homogénea arquitectura de los bloques, todos ellos coronados con tejas, no será difícil avistar la panza de un avión iniciando maniobras de aterrizaje.
Nos llama especialmente la atención su mercadillo de los domingos y la variedad de razas y acentos que pululan por sus calles.
Ya va siendo hora justa de acercarnos a cualquiera de sus espléndidos bares escondidos en plazas interiores ajardinadas. Sentado en mi velador escucho a dos parroquianos debatir. Llevamos un año de Ley Antitabaco, y aún aceptando lo malo que es el vicio y cómo en este caso las auténticas víctimas siempre hemos sido los fumadores pasivos, no deja de producirme pena el frío que están pasando las criaturitas fumándose el cigarrito de media mañana a las puertas de sus trabajos.
Aviso a navegantes: el próximo objetivo es la obesidad. Váyanse ustedes olvidando de los serranitos con papas fritas, y de la cerveza, ya ni hablamos. Nuestra ministra de Sanidad afirma que la mitad de los españoles estamos muy gordos, y que eso no puede ser. Y vaya usted a saber si quiere copiar la idea británica de no cubrir el gasto sanitario de los obesos. De momento, los chinos ya no dejan adoptar a padres gordos. Y qué tendrá que ver, ¿acaso se piensan que nos vamos a comer a las niñas que ellos abandonan en fétidos orfanatos?
Poco a poco, y muy sibilinamente, nos vamos aproximando al Mundo feliz: nuestra Administración velará por todo: que no fumemos, que no engordemos, y por supuesto, que les votemos. De aquí a unos años, los fumadores serán proscritos, los gordos, una aberración contra la salud y las buenas costumbres, y los feos, que se mueran directamente los feos.
Mientras llega ese momento, y desde un precioso y escondido velador de Alcosa, cuya situación no desvelo para no ser detenido, observo a la gente fumar mientras me sirven un gigantesco secreto ibérico con guarnición y su jarra de cerveza. Encima, estoy rodeado de gente muy fea, como yo. Hay que estar preparados para organizar la resistencia.
(emitido en Punto Radio -93.0-, Protagonistas Sevilla el 17 de febrero de 2007)
Muy buenas tardes. Hoy nuestro discurrir comienza en la periferia. Mucho antes que Paco el Pocero, al Este de Sevilla, ya hubo un constructor en los 60 que planeó una barriada a imagen y semejanza de su tierra valenciana: estamos hablando del Parque Alcosa: todas sus calles rememoran precisos lugares geográficos del Levante. Incluso, la parroquia del barrio está dedicada a Nuestra Señora de los Desamparados, patrona de Valencia.
Domina en el barrio la cercana presencia del aeropuerto. Por ello, al contemplar la homogénea arquitectura de los bloques, todos ellos coronados con tejas, no será difícil avistar la panza de un avión iniciando maniobras de aterrizaje.
Nos llama especialmente la atención su mercadillo de los domingos y la variedad de razas y acentos que pululan por sus calles.
Ya va siendo hora justa de acercarnos a cualquiera de sus espléndidos bares escondidos en plazas interiores ajardinadas. Sentado en mi velador escucho a dos parroquianos debatir. Llevamos un año de Ley Antitabaco, y aún aceptando lo malo que es el vicio y cómo en este caso las auténticas víctimas siempre hemos sido los fumadores pasivos, no deja de producirme pena el frío que están pasando las criaturitas fumándose el cigarrito de media mañana a las puertas de sus trabajos.
Aviso a navegantes: el próximo objetivo es la obesidad. Váyanse ustedes olvidando de los serranitos con papas fritas, y de la cerveza, ya ni hablamos. Nuestra ministra de Sanidad afirma que la mitad de los españoles estamos muy gordos, y que eso no puede ser. Y vaya usted a saber si quiere copiar la idea británica de no cubrir el gasto sanitario de los obesos. De momento, los chinos ya no dejan adoptar a padres gordos. Y qué tendrá que ver, ¿acaso se piensan que nos vamos a comer a las niñas que ellos abandonan en fétidos orfanatos?
Poco a poco, y muy sibilinamente, nos vamos aproximando al Mundo feliz: nuestra Administración velará por todo: que no fumemos, que no engordemos, y por supuesto, que les votemos. De aquí a unos años, los fumadores serán proscritos, los gordos, una aberración contra la salud y las buenas costumbres, y los feos, que se mueran directamente los feos.
Mientras llega ese momento, y desde un precioso y escondido velador de Alcosa, cuya situación no desvelo para no ser detenido, observo a la gente fumar mientras me sirven un gigantesco secreto ibérico con guarnición y su jarra de cerveza. Encima, estoy rodeado de gente muy fea, como yo. Hay que estar preparados para organizar la resistencia.
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